Buenos Aires, oct 2 (ANP).- Tanto el consumo, la producción industrial como la actividad económica, muestran que en agosto “se llegó a un techo de recuperación económica”, aseguró el Instituto de Trabajo y Economía de la Fundación Germán Abdala.
El nivel de actividad alcanzado “continúa por debajo de los niveles pre pandémicos pero que al mismo tiempo no solo se frena, sino que parecería estar descendiendo”, advirtió el ITyE.
Para el grupo de estudio, ante esta situación “la precaución debe ser máxima, porque el Gobierno deberá pensar en un paquete de ayuda más focalizado ya que las heterogeneidades sectoriales operan en fuertes disparidades frente al promedio”.
“Como venimos remarcando en los informes anteriores, la demanda sigue sin crecer como debería para traccionar un crecimiento lo suficientemente deseable para recuperar, aunque sea una parte de lo perdido por la pandemia”, aseguró el informe.
Desde el ITyE apuntaron a que durante agosto, la economía según nuestro Índice Mensual de Actividad se retrajo 9,3% respecto del mismo período de 2019, siendo el quinto mes de pandemia COVID-19. En el acumulado del año se registra una caída de 10,7% anual.
Además, “como venimos adelantando en los informes mensuales anteriores la recuperación de la demanda continua muy apática, impactando de lleno en la dinámica post covid. En vez de observarse una recuperación en formar de V se consolida la √ invertida”.
El cimbronazo que el COVID-19 generó en la actividad económico llegó al mercado laboral. El desempleo en el segundo trimestre de 2020 fue de 13,1%, lo que implica un incremento importante respecto del 10,6% mismo período del año anterior.
Sin embargo, el dato más significativo es el de la caída en la tasa de empleo, que pasó del 42,6% al 33,4%, combinado con la caída en la tasa de actividad, que pasó de 47,7% a 38,4%. Esto se debe a que casi la totalidad de las personas que perdieron su trabajo luego no pudieron salir a buscar uno nuevo, impedidas por las restricciones a la circulación, y por lo tanto pasaron a ser inactivas.
Desde el ITyE, consideraron que el proyecto de Presupuesto enviado al Congreso, muestra que los efectos de la pandemia sobre las cuentas públicas se extenderán al 2021, con un nuevo nivel de gasto primario sustancialmente superior al de 2019, el cual se complementa con una lenta y parcial recuperación de los ingresos públicos.
“El camino hacia el equilibrio fiscal durará algunos años más, luego de tener en cuenta la inercia que dejarán las políticas de estímulo para enfrentar la emergencia del Covid-19”, reconoció el informe.
Si el Gobierno pretende coordinar expectativas en torno a este escenario, “deberá garantizar la estabilidad del mercado de cambios. Para hacerlo dependerá exclusivamente del resultado del comercio exterior -que tiende a reducirse en las reactivaciones-, ya que en la medida en que no se normalice el lado financiero del balance de pagos -que está atravesado por lo que ocurra con la negociación con el FMI- los controles de cambios seguirán bloqueando los ingresos de divisas”.