BUENOS AIRES (ANP) El intercambio comercial volvió a mostrar en julio los malos resultados de la política oficial en la materia, con un nuevo recorte tanto en las exportaciones como en las importaciones, sometidas a cada vez más restricciones cuya ineficacia quedó en evidencia con la persistencia del déficit en la balanza.
Los datos divulgados por el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC) mostraron que las exportaciones -principalmente por efecto de la sequía, aunque en menor medida que en meses anteriores- cayeron un 22,4% respecto del mismo mes del año pasado, a US$ 6.060 millones, en tanto las importaciones totalizaron US$ 6.709 millones, cayendo 19,1% en la comparación anual, de lo que resultó una baja del intercambio comercial del 20,7%.
«El Gobierno aplicó una vuelta más al torniquete implementado sobre las importaciones, y junto con una caída más suave de las exportaciones logró acotar fuertemente el déficit: este alcanzó los US$ 649 millones, lo que resultó un 64,6% inferior al déficit récord de junio», indicó la consultora Abeceb, en un análisis en el que advirtió que «la apremiante situación de las reservas sigue empeorando y deja aún menor margen para agosto, aun utilizando yuanes en lugar de dólares».
En el acumulado de los primeros siete meses hubo un déficit de US$ 5-146 millones, contra un superávit de US$ 2.493 millones en el mismo período de 2022, «lo que indica que por balanza comercial la Argentina está perdiendo nada menos que US$ 7.639 millones», señaló Abeceb.
«Hacia delante continuamos esperando que el intercambio comercial siga cayendo tanto por exportaciones como por importaciones», con una contracción del 20% en las ventas y del 10% en las compras, pronosticó la entidad.
Abeceb reiteró que «el deterioro del saldo comercial en 2023 no será mayor gracias al notable achicamiento del déficit en la balanza comercial energética que pasaría de un saldo negativo de US$ 4.359 millones en 2022 a un escenario equilibrado en 2023».