La pérdida del poder adquisitivo de los asalariados puede ser medida de diferentes maneras, pero muy pocas pueden ser tan contundentes como la informada por el economista Nadín Argañaraz, director del Instituto Argentino de Análisis Fiscal (IARAF), en el que muestra la cantidad de sueldos, a valores constantes de 2017, que se perdieron en el último lustro.

En base a informes oficiales del INDEC sobre salarios e inflación, Argañaraz comprobó que «en los cincuenta y siete meses que transcurrieron entre enero de 2018 y septiembre de 2022, los trabajadores privados formales perdieron el equivalente a 7,7 sueldos, los públicos a 9,6 sueldos y los informales a 12,5 sueldos (un año de ingresos)».

«Esto significa que si bien los trabajadores privados formales cobraron 57 sueldos, respecto a 2017 fue equivalente a cobrar 48 sueldos»,  aclaró Argañaraz, en referencia al deterioro real de los ingresos de los asalariados frente a la inflación acumulada en casi cinco años.

Pero esa pérdida del poder de compra fue mayor en otros casos. Al respecto, subrayó que «en el caso de los públicos fue como cobrar 46 sueldos mensuales de 2017. Y, por último, en el caso de los trabajadores informales, fue equivalente a 43 sueldos de 2017».

El último reporte del INDEC dio cuenta de que en septiembre los salarios del sector privado registrado subieron 5,8%, cifra inferior a inflación (6,2%), aunque hubo una recuperación para los salarios del sector público, que en el mismo período se incrementaron un 7,7% y más aún en los privados no registrados, con un alza nominal del 8%.

Sin embargo, esa mejora mensual se desdibuja al tomar en cuenta períodos más prolongados y Argañaraz lo describe: «en términos interanuales, la inflación fue del 83%. Si se considera la variación interanual real de los salarios, se aprecia una caída en el caso del sector público (-2,6%), caída del sector privado registrado (-1,5%) y caída del sector privado no registrado (-4,4%)».

«Este último es el que más pierde poder adquisitivo desde hace años», indicó, dejando en evidencia la desprotección de un sector que no puede recurrir a negociaciones paritarias.

Si se toma como base el sueldo promedio mensual de 2017, en los primeros nueve meses de 2022 los trabajadores privados registrados ya perdieron el equivalente a un sueldo y medio, los del sector público resignaron el equivalente a 1,9 sueldo y los trabajadores informales fueron los que más pierden con la inflación, nada menos que el equivalente a 30 sueldos mensuales del año 2017, es decir que trabajaron gratis uno de cada tres meses si se toma como referencia el salario real de hace cinco años.

El deterioro salarial también puede ser medido confrontando los ingresos de los trabajadores con la variación del rubro Alimentos y bebidas no alcohólicas, el de mayor ponderación del Índice de Precios al Consumidor y menos sujeto a las regulaciones que los precios y tarifas de los servicios.

En ese caso, Argañaraz manifestó que «en los primeros nueve meses de 2022 los trabajadores privados registrados perdieron 23,5% del poder de compra respecto al 2017. Los públicos perdieron 27,3% y los trabajadores informales
38,7%».

Mayor fue la pérdida en relación con Prendas de vestir y calzado: en lo que va del año en curso, los trabajadores
privados registrados perdieron 28,6% del poder de compra respecto al 2017, los públicos 32,2% y los trabajadores informales 42,7%.

Por NP