BUENOS AIRES, (ANP).- Roberto Perfumo (para quienes no lo conocieron, uno de los mejores defensores de la historia argentina) decía: “Cuando dejé de jugar yo sabía todo sobre el futbol, pero tenía un problema: no sabía cómo transmitírselo a los jugadores”.
El periodismo vinculado al fútbol hace muchos años que ha dejado de intentar un análisis lo más objetivo posible para “hablar de la pasión”. Tal vez podemos poner como fecha 1992 cuando Radio Mitre comenzó a transmitir “El Show de Boca”.
Lentamente, profesionales “algo parecidos” a periodistas y opinadores fueron ocupando lugares. Se habla como un hincha, se critica “desde la pasión”, y el “panel”, fueron ganando espacios.
Para muestra de lo que estoy hablando está la impecable caricatura que realiza Sebastián Wainraich, con su “Fútbol o Muerte”.
Claro que como el fútbol es lo suficientemente rico y complejo para quedar reducido a los duelos verbales y las chicanas, en cada Mundial o Copa América, vuelven a surgir tres periodistas de valía, que quedaron en un segundo plano y ellos son Norberto “El Ruso” Verea, Alejandro Fabrri, y Gonzalo Bonadeo.
Ellos ya no son jóvenes, todos están por arriba de los 60 años, y el recambio generacional es ineludible. Lo que pasa es que cuando se necesita hablar un poco más en profundidad de lo que pasa en el fútbol, y en este caso, la Selección Nacional, se necesita un poco más que frases hechas.
Pero a ningún auspiciante le gusta que le digan que la selección (no esta, que es una de las mejores desde el 2014) es un “equipo más o menos” o que el fútbol argentino apenas si supera la mediocridad general.
He escuchado a Diego Latorre – gran comentarista y mejor jugador – decir que, hoy, “Racing y Boca son dos grandes equipos”. Latorre, ….yo te vi a vos jugar con Juan Simón, Batistuta y el Mateca Martínez….decime si algún jugador de ahora de ambos planteles que este a tu nivel o al de ellos.
Tal vez por eso, la figura de la mesura, del comentario medido quedó fuera de lugar, Tal vez por eso no cae en gracia que Alejandro Fabbri recuerde que Argentina nunca tuvo un gran actuación hasta el Mundial de 1978.
A pocos le gusta que Fabbri recuerde que en los 80’ salieron campeones equipos como Ferrocarril Oeste, Argentinos Juniors, o Rosario Central, y que hay equipos que ganan partidos y se mantienen sin grandes estrellas o la apología de “el trabajo que el técnico hace en la semana”. No vende.
Tampoco rinde que el Ruso Verea dijera, cuando comenzó este Mundial, que Argentina “iba a tener que hacer un poco más” contra Polonia que lo que hizo contra México para clasificarse, y rechazara entrar en un “debate”, impulsado por Ernesto Cherquis Bialo sobre la aviesa intención de Mauricio Macri para que la selección Argentina pierda.
Verea deja en claro que no quiere ser “un tarado apasionado” que opina, sino que, desde la pasión, hacer un análisis equilibrado.
Si quieren polémica Verea les puede decir cómo se maneja el fútbol, el poder político y las barras-bravas, eso “es picante”, pero también muy incómodo.
¿Y Bonadeo? Intenta salir de los lugares comunes donde cada vez lo quieren llevar en TN. Un periodista que no solo sabe de fútbol, sino que también sabe de tenis, atletismo, rugby, etc.
Nunca lo escucharán decir que “es un partido ‘a todo o nada’ o ‘a muerte’, o que “lo único que vale es ganar”. Y si puede decir que Messi solo no gana campeonatos, o que el equipo le faltó audacia para atacar.
Fabbri, Verea y Bonadeo son grandes analistas del fútbol, apasionados, pero no dementes, y por eso los medios los “invitan” solo cuando necesitan un poco de cordura.