BUENOS AIRES (ANP) Las declaraciones de sectores afines al gobierno acerca de haberse alcanzado un supuesto «piso» en la caída de la actividad económica no cuenta por el momento con los suficientes datos estadísticos que las avalen.
Por el contrario, la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME) dio a conocer hoy la octava caída consecutiva de la actividad industrial de las pymes, con un descenso interanual del 17,8% en julio, 18,6% en el acumulado de los primeros siete meses del año y, en uno de los datos más preocupantes, también una baja del 1,8% en la comparación mensual desestacionalizada.
En su informe, la entidad indicó que las pymes trabajaron en julio con el 60,6% de su capacidad instalada (en junio había sido el 60,1%) y que el 19,3% de las pequeñas y medianas empresas tuvo dificultades para pagar salarios.
«Es el octavo mes consecutivo en caída, en un mercado donde los precios se han estabilizado pero la pérdida de poder adquisitivo continúa afectando la demanda interna», alertó la cámara presidida por Alfredo González, para agregar que el escenario «se agrava por las dificultades en el acceso al financiamiento y los altos costos operativos, lo que coloca a muchas pymes en una situación difícil y con márgenes de rentabilidad estrechos».
Los seis sectores manufactureros del segmento pyme tuvieron fuertes caídas en la comparación anual, siendo los más afectados “Químicos y plásticos” (-27,5%), “Papel e impresiones” (-26,9%) y “Metal, maquinaria y equipo” (-18,2%).
En el acumulado del año, la mayor retracción la muestra “Químicos y plásticos” (-26,6%), seguido por “Metal, maquinaria y equipo” (-21,3%) y “Papel e impresiones” (-21,2%).
Para las empresas, la reducción de la carga fiscal es la medida de apoyo más urgente requerida, con 58,8% de las respuestas, marcando la necesidad de disminuir impuestos nacionales, provinciales y tasas municipales. Las empresas consideran que una reducción impositiva podría liberar recursos financieros para mantener operaciones, invertir en crecimiento y mejorar la competitividad.
Con un 13,6% de las respuestas, las empresas advierten, además, sobre la necesidad de políticas que estimulen la demanda interna para reactivar el consumo y sostener la producción. Sin una demanda sólida los incentivos fiscales por sí solos no serían suficientes para revertir la tendencia negativa en la actividad manufacturera. En tanto, la importancia de crear incentivos para la contratación de personal es otro de los reclamos mencionados con más frecuencia (7,7% de las respuestas).
Las empresas manifiestan estar produciendo en un entorno donde la demanda insuficiente, los altos costos y las dificultades financieras se combinan para crear un escenario complicado. Los principales obstáculos que enfrentan en estos momentos tuvieron como protagonista con el 39,3% a la falta de ventas, mientras que el 37,2% se refirió a los altos costos de producción y logísticos, el 12,2% a la falta de acceso al financiamiento y otro 5,9% a los problemas de cobranza.
Como consecuencia de los obstáculos previamente mencionados, el 33,4% de los encuestados tuvo que reducir gastos operativos en los últimos meses, otro 23,9% diversificó sus productos y el 15,9% tuvo que reducir la cantidad de horas laborales.
Por último, en diferentes sectores industriales se consultó si la pyme tuvo dificultades para afrontar el pago de salarios del mes en curso. Allí, el 19,3% de las industrias pyme presentaron problemas para pagar salarios (sin incluir aguinaldo u otros conceptos). Los sectores más afectados fueron “Textil e indumentaria” y “Alimentos y bebidas” con tasas de dificultades del orden del 24,5% y 24,4%, respectivamente. “Papel e impresiones” presentó los menores conflictos, con 13,7%.