BUENOS AIRES (ANP).- Cuando no dejaban de acallarse los problemas en el Hospital Garraham, y la investigación del caso Libra$ por parte de la justicia de los Estados Unidos, el presidente Javier Mile recibió la mejor noticia posible: Cristina Kiechner decidió volver a ser candidata.
Su postulación a diputada provincial por la tercera sección electoral de la Provincia de Buenos Aires, fue, en lo inmediato, un bálsamo para el oficialismo, y un “cheque en blanco” por lo que vendrá. Cristina candidata vuelve a poner en el juego de la oferta electoral de “opciones polarizadas”, algo que quiere Milei, ya que fue lo que lo catapultó a la Casa Rosada.
En frente, Cristina Fernández de Kirchner, no solo disputa políticamente con La Libertad Avanza (LLA) el territorio bonaerense, sino que también lo hace con el gobernador peronista Axel Kicillof, quien se “hozó” a desdoblar la elección.
Para ella es todo ganancia, aunque sea de muy corto plazo. Si gana el peronismo en la PBA será porque ellas fue candidata y sacó más votos que el resto de los distritos donde gobierna Kicillof, y si pierde, …la derrota será del gobernador, que no tiene “una buena gestión”, que ella se encarga de mantener así, sin aprobarle el Presupuesto.
Para Milei también hay ganancia. Primero, volvió a poner al fantasma del kirchnerismo en escena. Luego, si el peronismo va dividido, LLA se podrá ir unido con el PRO, pero desde una posición de mayor fuerza, y si va unido, tendrá que subordinarse al moribundo partido de Mauricio Macri, quien impondrá a Diego Santilli como su principal candidato.
Como sea, CFK vuelve a llenar el futuro de pasado por delante. No hay autocrítica, solo reconocer que “hay que tener un estado más eficiente”, algo que cuesta creer de una persona que tuvo tres mandatos – acá incluyo el de Alberto Fernández de Kirchner – Dicky del Solar dixit.
Como dijo Kicillof antes de las elecciones del 2023, “hay que tocar una nueva melodía”, pero parece que no será este el momento.