Buenos Aires, dic 4 (ANP) – El ministro de Desarrollo Productivo no oculta su desagrado con el acuerdo firmado en junio del año pasado. Si bien considera que hay que analizarlo «sin prejuicios» y sobre la base de datos concretos, la realidad es que el funcionario lo califica como «malo» antes de comenzar esa tarea de revisión.
Así lo plantea en una entrevista publicada hoy en diario Página12. Allí anticipa que la semana próxima convocará a los diferentes sectores productivos para empezar una revisión sobre los alcances e implicaciones del entendimiento birregional logrado luego de mas de 20 años de negociaciones.
«El gobierno de Macri apuró ese acuerdo, fue una muy mala negociación. Uno de los elementos mas criticados fue la falta de transparencia, ya que los sectores involucrados se enteraron por los diarios. Hubo falta de estudios de impacto y desconocimiento de algunas cláusulas. Por eso a partir de la semana que viene vamos a convocar a todos los sectores productivos de la Argentina para consultarlos uno por uno acerca del impacto del acuerdo. Haremos este análisis y luego se podrá decidir sobre bases ciertas, no sobre prejuicios»,afirma Kulfas.
El acuerdo Mercosur UE plantea un escenario de liberación del comercio exterior para los dos bloques a tiempos diferentes. En lo que corresponde a los sectores sensibles de la industria del bloque sudamericano, se establece un horizonte de 15 años, con un plazo de gracia para algunos casos, que podría estirar ese momento a 20 años. Ese cronograma, inclusive arrancaría luego de la aprobación parlamentaria del tratado, lo cual demanda también un par de años mas.
Kulfas plantea con razón, que las deliberaciones se llevaron adelante con un alto nivel de secretismo. A lo largo de las mismas, no se fueron exponiendo de manera oficial los grados de avances ni los desacuerdos. Aún así, funcionarios de la administración macrista indicaron en su momento, que se habían tomado en cuenta los reclamos de los sectores productivos a la hora de negociar.
Tampoco en la Unión Europea hay países que están entusiasmados con abrir sus mercados al Mercosur. Se trata de Francia, Irlanda y Polonia,,,entre otros, países que tienen amplios sectores agrícolas y que temen que en una competencia con potencias como Argentina, Brasil, y en menor medida Uruguay y Paraguay, puedan salir perdedores.
En ese caso, tampoco estaría asegurado el respaldo parlamentario al tratado.
Por el momento, rige una cláusula que indica que logrado la aprobación del Parlamento Europeo, los aspectos comerciales vinculados a la rebajas de aranceles, entrarán en vigencia para el país del Mercosur que logre aprobar el acuerdo en su congreso nacional..
Por el momento, el convenio se encuentra en una etapa de revisión legal. Básicamente, se despejan posibles contradicciones que pudiera haber dentro del texto, y se establecen las precisiones técnicas sobre cada término. Luego pasará la etapa de traducción a los diferentes idiomas de los países signatarios.