El gasto primario deberá experimentar una fuerte contracción en el tercer cuatrimestre, del orden del 17% en términos reales, si es que el ministro de Economía, Sergio Massa, se propone cumplir con una reducción del 2,2% en todo 2022, de acuerdo con lo previsto en el proyecto de ley de Presupuesto de 2023.
Así lo sostuvo el Instituto Argentino de Análisis Fiscal (IARAF) en un análisis de la composición del gasto primario de este año a la luz de las proyecciones para el próximo, en lo que se supone las transferencias corrientes (básicamente subsidios económicos y giros discrecionales a las provincias) serán las que llevarán la peor parte.
“Como en los primeros ocho meses del 2022 hubo una expansión real del gasto del 6,8%, el gasto de los últimos cuatro meses debe reducirse alrededor del 17% real, o lo que es lo mismo 1% del PIB”, indicó la entidad dirigida por Nadín Argañaraz.
El Instituto advirtió que ese recorte “no se distribuye de igual manera entre todos los sectores” e incluso habrá “gastos que terminarían creciendo en términos reales durante setiembre-diciembre”.
Al respecto, señaló que “las transferencias de capital a otros entes del sector público nacional y a las provincias y el gasto salarial aumentarían un 11,5% y 12,2% real, respectivamente” y que los componentes sobre los que recaería en mayor medida el recorte en los últimos meses del año son el gasto en déficits operativos de empresas públicas y otros (-43% real), el gasto en bienes y servicios (-30,3%), inversión real directa (-28,1%), transferencias corrientes al sector privado y a las provincias (-26,3%) y el gasto en prestaciones de la seguridad social (-13%).
“Al considerar lo ocurrido en la primera parte del año, se observa que la reducción por rubro del gasto para el período Septiembre – Diciembre implica un cambio de tendencia en la mayoría de los casos”, subrayó, dejando en claro el ajuste que lleva adelante la gestión de Massa.
En ese sentido, detalló que “el gasto destinado a cubrir déficits operativos de empresas públicas, la inversión real directa, las transferencias corrientes y las prestaciones de la seguridad social que crecieron un 34,4%, 26,3%, 6,3% y 2,5% real, respectivamente en los primeros ocho meses del 2022; deberían caer en términos reales un 43%, 28,1%, 26,3% y 13% en el período septiembre – diciembre”.
“La reducción de las transferencias corrientes sería el principal aporte a la reducción total del gasto primario en los últimos cuatro meses del año, aportando el 52,3% del recorte”, sostuvo IARAF, que también remarcó que “la merma real esperada en las prestaciones a la seguridad social aportaría un 25,1%, es decir la cuarta parte del total de recursos”.