BUENOS AIRES (ANP) El mal resultado primario del primer semestre no muestra posibilidades de mejoras sustanciales en la segunda mitad del año a pesar de la “devaluación fiscal”, ya que “el freno de la actividad se notará en la recaudación” y afectará otras variables además de los derechos de exportación.
Así lo pronosticó la Fundación de Investigaciones Económicas Latinoamericanas (FIEL), en un análisis de la situación fiscal de la economista Cynthia Moskovits, que advirtió que el panorama “tiende a agravarse mes a mes y en la comparación interanual”.
Al respecto, precisó que en el primer semestre “el Sector Público No Financiero (SPNF) lleva acumulado un déficit primario de 2,8% del PIB, 0.6 puntos del PIB más alto que el de igual período del año pasado”.
En esa desmejora incidieron tanto la pérdida de derechos de exportación (0,9% del PIB) como la caída de ingresos por rentas de la propiedad (0,6% del PIB), este último concepto objetado por el Fondo Monetario Internacional. En tanto por el lado del gasto, la construcción del Gasoducto Néstor Kirchner impulsó la suba de 0,4% del PIB en las erogaciones de capital.
Moskovits planteó que “lo ocurrido en junio, el mes de peor performance en lo que va del año, profundizó la alerta: el déficit primario (sobre el PIB mensualizado) fue de 4,9% del PIB (el más alto de los meses previos había sido abril, con 2,7% del PIB)”.
“Esta suba no es consecuencia, solamente, de que en junio se paga parte del sueldo anual complementario sino, en primer lugar, del aumento, siguiendo la normativa, de las prestaciones previsionales”.
En cuanto a los subsidios económicos, en el primer semestre alcanzaron al 3% del PIB, tres décimas menos que en el mismo período de 2022, aunque medio punto porcentual más que en 2021.
La baja interanual se explica por un cambio de composición, con una baja en los subsidios destinados a los gastos corrientes (0,5%) y un alza para los del capital (0,2% del PIB).
Por el lado de los subsidios corrientes, toda la baja proviene de las transferencias a CAMMESA (0,6% del PIB), que es superior al descenso total porque aumentan los subsidios al transporte (0,1% del PIB), tanto en transporte automotor como ferroviario y aerocomercial (Aerolíneas Argentinas).
La baja general en los subsidios de junio muestra, a juicio de Moskovits, “un panorama más alentador”, pero que de todos modos “no alcanza”, de cara al panorama fiscal esperado para el segundo semestre.
Al respecto, advirtió que la caída de la actividad económica no es exclusiva del sector agroexportador ni está generada en el resto de la economía por efecto de la sequía.
“El freno de actividad se notará en la recaudación”, pronosticó la economista de FIEL, a lo que añadió “medidas electorales poco razonables desde el punto de vista de la equidad y de la racionalidad económica que afectan negativamente al fisco”, como “la suba del piso para el pago de ganancias de personas físicas a algo más de $ 700 mil de ingresos laborales mensuales”.