BUENOS AIRES (ANP).- La posición ambigua de Estados Unidos en la guerra de Gaza, donde no condena a Israel del mismo modo que lo hace con Rusia en la invasión de Ucrania, erosiona la credibilidad del presidente Joe Biden con miras a las elecciones del 5 de noviembre.

Si bien los contextos entre Gaza y Kiev son diferentes, los demócratas están preocupados porque lo que ocurre con los palestinos repercute de manera significativa en la política doméstica, donde Donald Trump es favorito para ganar dichos comicios, según encuestas del sitio web RealClearPolitics.

Por eso, algunos analistas creen que el expresidente republicano, un aliado incondicional de Tel Aviv que trasladó la embajada estadounidense a Jerusalén, mira con muy buenos ojos los errores diplomáticos que comete la Administración demócrata.

El triunfo obtenido el martes por Biden en las primarias de Michigan, donde se enfrentó a más de 100.000 votantes “no comprometidos” con su reelección, debido a su postura en la guerra de Gaza, abrió un signo de interrogación sobre sus posibilidades reales en dicho estado, si no logra pronto un alto el fuego entre israelíes y palestinos, según informes de la BBC.

Estados Unidos y Europa, por otra parte, pidieron que las Naciones Unidas investiguen la muerte de más de 117 palestinos fallecidos durante una entrega de alimentos en Gaza, el pasado jueves, durante un incidente en que el grupo islámico Hamas acusó a Israel de disparar contra civiles.

Sin embargo, el gobierno del primer ministro, Benjamin Netanyahu, dijo que la mayoría de los palestinos murieron aplastados después de que las Fuerzas de Defensa israelíes realizaran varios disparos de advertencia para contener a la multitud.

La situación en Gaza es compleja, de una magnitud nunca vista luego del ataque del pasado 7 de octubre, considerado el ´11 de septiembre´ para Israel, donde Hamas vulneró el sistema de inteligencia y defensa israelí”, matando a más de 1200 personas y secuestrando a otras 240, dijo el analista Gustavo Cardozo.

En declaraciones a la agencia Nuevas Palabras, el experto señaló: “Creo que el rol de Estados Unidos ha sido un poco controvertido: la gestión de todas las medidas militares de Israel son un tema desafiante para la Administración Biden en cuanto al efecto colateral que están teniendo, principalmente en la población civil de Gaza, con un alto porcentaje de muertos civiles”.

Se estima que desde el 7 de octubre murieron un total de 30.228 palestinos en la franja de Gaza, en su mayoría mujeres y niños, según informes del Ministerio de Salud, controlado por Hamas, un grupo considerado “terrorista”, por Estados Unidos y varios países europeos.

“La defensa del derecho de Israel a defenderse ha sido una postura histórica de la política exterior de Estados Unidos. Pero la falta de un llamado al alto del fuego ha generado preocupación y críticas en la comunidad internacional, sobre todo en sectores árabes-americanos y musulmanes”, afirmó Cardozo, profesor de la Universidad regional del noroeste de Rio Grande do Sul (Unijuí).

Biden, por otra parte, dijo el jueves que era poco probable que se declarara una tregua el próximo lunes en Gaza, como se había previsto a principios de semana, luego de que el 20 de febrero Washington vetara en el Consejo de Seguridad de la ONU, por tercera vez, un proyecto presentado por Argelia.

Cuando se le preguntó sobre si el accionar de las fuerzas armadas israelíes puede ser considerado un “genocidio”, tal como dijo a mediados de febrero el presidente brasileño, Luiz Inácio lula da Silva, Cardozo respondió: “Esta postura es muy consistente con lo que él ya venía manifestando anteriormente, donde comparó las acciones de Israel con el Holocausto”.

Es un giro de 180 grados con la política que había tenido (el ex mandatario brasileño Jair) Bolsonaro, más cercano a Tel Aviv. Es importante recordar que Lula ha apoyado siempre la creación de un Estado palestino, libre y soberano, que viva en coexistencia pacífica con Israel, para promover la paz en Medio Oriente”, apuntó Cardozo, doctor en Política doméstica china.

El académico afirmó que “la critica de algunos sectores de la clase política brasileña hacia Lula vino por su posición pro-palestina y la inacción de Brasil, manifestada como ´antinorteamericana´, muy cercana a los Brics (la alianza política y social formada por Brasil, Rusia, China, India y Sudáfrica), especialmente a Moscú y a Beijing”.

Para Cardozo, Brasil “ha tratado siempre de mantener una diplomacia independiente, no muy cercana a Estados Unidos ni a China. Lamentablemente, esa balanza y ese pragmatismo se ha perdido un poco con Lula, y ahora Brasil está jugando a favor de China y Rusia, en contra de Washington”.

Por NP