El sector público tuvo en enero un superávit primario de $31.044 millones, un 77,6% inferior al del mismo mes de 2021, en tanto el resultado financiero pasó a ser deficitario en $ 86.045 millones, revirtiendo el cierre positivo de $108.434 millones de doce meses atrás.
La información fue dada a conocer por la Oficina de Presupuesto del Congreso (OPC) en forma anticipada al reporte que el Ministerio de Economía difundirá el próximo 21 de febrero.
Los ingresos de la Administración Nacional totalizaron $780.486 millones, con aumento nominal interanual del 40,2%, inferior a la inflación del período, por lo que representó una merma del 6,7% en términos reales.
En esa caída influyó la contracción de la recaudación tributaria, que con una suba nominal del 34,8% mostró una retracción del 10,3% a valores constantes.
Los recursos de la Seguridad Social crecieron 66,7% (10,9% real), destacó la OPC.
Los gastos primarios alcanzaron $749.442 millones, con un alza nominal del 79,3%, lo que implicó una suba real de 19,3%.
“La mayoría de sus componentes tuvieron incrementos en la comparación interanual a excepción de las transferencias corrientes a provincias que registraron una disminución de 3,5%”, remarcó la entidad dirigida por Marcos Makón.
En términos reales, los otros gastos corrientes crecieron a una tasa de 416%, resultando los más expansivos junto con los subsidios
económicos (95,7%) y los gastos de capital (41,6%), donde sobresalen los aumentos de dos de sus componentes: la inversión real directa (94,6%) y las transferencias de capital (53,7%).
Dentro de los subsidios, aquellos destinados al transporte se incrementaron 109,5% y los energéticos lo hicieron en 93,8%. Además, las prestaciones sociales subieron 12,5%, impulsadas por las asignaciones familiares (29,4%) y los programas sociales (60,5%).
El pago de los intereses de la deuda reflejó un aumento nominal de 287,2% y real de 157,7%, que se debe principalmente a los pagos en moneda extranjera por los títulos emitidos en el marco del proceso de reestructuración de la deuda de septiembre de 2020. Este crecimiento impactó en la variación de los gastos totales, que crecieron 93,3% nominal y 28,6% real.
La dinámica entre ingresos y gastos corrientes resultó en un déficit económico de $51.295 millones, en tanto el resultado primario arrojó un superávit de $31.044 millones.
El déficit financiero alcanzó $86.045 millones, contrastando con el superávit registrado en igual mes del año pasado.
Al 31 de enero los gastos totales devengaron $866.531 millones, equivalentes al 8% del crédito presupuestario vigente.
Se destacan por el nivel de ejecución alcanzado los otros gastos corrientes con un 16,8%, continuando en orden de relevancia el pago de los intereses de la deuda que registró un nivel de 15,2%.
En el otro extremo se ubicaron las transferencias de capital (2,2%) y la inversión financiera (2,7%), dentro de los gastos de capital (2,7%).