El acuerdo con el Fondo Monetario Internacional, cuya gestión ante el organismo ya fue aprobada por el Congreso pero aún no fue considerada formalmente por el board, muestra una serie de inconsistencias en el plano fiscal y de acumulación de reservas que siembran dudas sobre la real posibilidad de su cumplimiento.

Así lo sostuvo hoy la consultora Quantum Finanzas, en un análisis en el que señaló que a la situación interna se debe añadir las complicaciones derivadas de la invasión rusa a Ucrania, con las alteraciones en los mercados de agrícola, de combustibles, comercial y económico en general.

“El impacto en los mercados del conflicto bélico plantea incertidumbres que ponen en juego el cumplimiento de las metas fiscales y de reservas netas acordadas, incluso antes de su aprobación por el Directorio del FMI”, indicó la entidad dirigida por el ex secretario de Finanzas, Daniel Marx.

Luego de advertir que “el aumento de los precios agrícolas y de la energía afectan el nivel de actividad y las tasas de inflación a nivel global y en el país”, Quantum pronosticó que “el reconocimiento de esta situación por el FMI seguramente derivará en waivers y reformulaciones de algunos aspectos del programa en la medida que Argentina mantenga el rumbo original previsto”.

“En cualquier caso, los desembolsos iniciales del FMI y la estacionalidad del comercio exterior junto a la del gasto/déficit indican que las mayores presiones se darían hacia la segunda parte del año, particularmente en el último trimestre”, completó.

En una síntesis de los principales puntos del acuerdo confrontados con sus estimaciones, destacó que “durante el 2022 el BCRA tiene que ir sumando reservas internacionales netas de manera creciente -metas trimestrales entre junio y diciembre-, hasta acumular US$ 5.800 millones a fin de año” y que “alrededor de US$ 4.500 millones de los desembolsos del FMI previstos hasta septiembre de 2024 (restitución de los DEGs utilizados para pagar vencimientos con el FMI con anterioridad al inicio del programa) forman parte del incremento de reservas por US$ 15.000 millones estimado hasta fin de 2024.

Pero Quantum precisó que “después de que el Directorio del FMI apruebe el nuevo programa con Argentina se hará un desembolso inicial de US$ 9.900 millones” y que “la diferencia entre las amortizaciones de deuda restantes con el organismo en 2022 -US$ 16.951 millones de capital del programa de 2018- y los nuevos desembolsos – US$ 18.331 millones-, es menor a los US$ 5.800 millones de la meta”.

Em consecuencia, señaló, “para alcanzar el objetivo de reservas también se prevén desembolsos netos de otros organismos internacionales no ligados a proyectos por US$ 1.389 millones en 2022” y el resto “deberá ser el resultado de superávit de operaciones del Banco Central”.

Al respecto, Quantum estimó que “las operaciones de cuenta corriente arrojarían un resultado positivo del orden de US$ 2.800 millones”, inferior a los US$ 5.500 millones de 2021, “principalmente por mayores importaciones de energía (GNL y fuel oil)”

“De mantenerse los precios internacionales actuales, el valor de las importaciones de estos combustibles superaría por aproximadamente US$ 6.000 millones al registrado en 2021”, apuntó.

En síntesis, para la consultora, “el balance cambiario sería superavitario en US$ 1.800 millones, una diferencia de US$ 4.000 millones con la meta de US$ 5.800 millones de fin de año”.

En cuanto a la meta de un déficit primario de $ 1.758.600 millones (2,5% del PBI), mucho tendrá que ver la reducción de los subsidios, pero para lograr el resultado esperado “el aumento promedio de las tarifas de electricidad, gas y transporte debería superar el 75% nominal”, además del hecho que “el mayor costo de importación de energía representaría gastos adicionales por 1,1% del PBI, $ 773.000 millones”.

Una posible “salida” de ese problema pasaría por una inflación superior a la prevista (del 43% al 48% según el acuerdo) que permitiría licuar determinados gastos, en especial los salarios del sector público y los de las jubilaciones, y una menor partida de transferencias discrecionales a las provincias.

“Según lo mencionado previamente y en base a algunos supuestos adicionales, estimamos que el cumplimiento de la meta no será fácil dado que el déficit primario sería superior, en $ 388.700 millones”, concluyó Quantum.

En ese caso, “surgen interrogantes respecto de cómo se financiará” ese desvío ante las restricciones fijadas para la asistencia del Banco Central al Tesoro y eventuales complicaciones en el financiamiento neto en el mercado local de deuda, ante lo cual “el BCRA podría cancelar Leliqs o Pases con los bancos para que esa liquidez permitiese financiarlas”, finalizó.

Por NP