Buenos Aires, ene 5 (ANP).- El 42,1% del precio que el consumidor final pagó por una naranja en 2021 correspondió a impuestos de las distintas jurisdicciones, en tanto al productor sólo le quedó el 7,7%, además de ser el único eslabón de la cadena que no tuvo ganancias.

Así lo reveló hoy la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME), en un informe que precisa que la carga tributaria total sobre el cítrico aumentó un 9,92% en un año, si se tiene en cuenta que había sido de un promedio del 38,3% en 2020.

“Un productor que no tiene ganancias, pese a haber invertido y arriesgado a cielo abierto, no está en condiciones de aumentar su productividad ni reconvertir. Al no ser sustentable en el tiempo, a mediano o largo plazo, es un productor que tiende a desaparecer”, afirmó al respecto Eduardo Rodríguez, director del sector de Economías Regionales de CAME.

El análisis de la entidad presidida por Alfredo González se realizó por segundo año consecutivo, en este caso en un productor de la localidad entrerriana de Chajarí, hasta su comercialización en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, bajo modelos de simulación de empresas y comercios.

De los $69,80 en los que se vendió el kilo de cítrico dulce en CABA (promedio de noviembre de2021), el 21,1% correspondió a ganancias ($14,70), el 36,8% a costos ($25,70) y el 42,1% a impuestos y tasas ($29,40).

Con respecto a las ganancias netas (21,1%), solo 3 de los 4 eslabones que conforman la cadena las lograron: el galpón de empaque obtuvo el 1,4% ($1), el mayorista 8,1% ($5,70) y el minorista 11,6% ($8,10).

Según CAME, “el productor fue el único que no tuvo ganancias, mientras que en el año 2020 había obtenido una ganancia del 3.9% del precio de venta final”.

“La redistribución de la ganancia se concentró principalmente en la comercialización tanto a nivel del operador mayorista (puesto en el Mercado Central de Buenos Aires) como minorista (verdulería e hipermercado de CABA), en desmedro del eslabón más débil, quien inicia el proceso económico”, criticó la entidad.

Tras analizar los costos, impuestos y ganancias netas de cada eslabón, CAME concluyó que del precio de venta final de un kilo de naranja ($69,80), el productor explica el 7,7% ($5,40), el empacador el 5,3% ($3,70), el operador mayorista el 19,5% ($13,60) y el minorista el 25,4% ($17,70).

De esta forma, “el estudio evidencia que los eslabones que generan valor agregado (producción y empaque) sólo explican el 13% del precio final del cítrico dulce”, advirtió CAME.

Por NP