La demanda de divisas por importaciones de bienes en los cinco meses que van de octubre de 2022 a febrero de este año fue un 30% menor a la de los cinco meses previos, tras la implementación del nuevo régimen aduanero que representa el Sistema de Importaciones de la República Argentina (SIRA).
Así lo planteó la consultora Invecq, que señaló que esa restricción a las importaciones -que motivó el reclamo de varios sectores industriales con problemas de abastecimiento de insumos- “continuará como válvula de ajuste” en una economía con indisimulables problemas por la permanente sangría de divisas.
En ese sentido, la entidad dirigida por Esteban Domecq indicó que “el frente cambiario está al límite, producto de una oferta de divisas que sufre una contracción sustancial”.
“En ausencia de un ingreso considerable de divisas vía cuenta financiera (le asignamos una muy baja probabilidad de ocurrencia) e independientemente de los artilugios cambiarios a los que pueda recurrir el Gobierno, las importaciones continuarán como válvula de ajuste. Esto tendrá su correlato en la actividad económica”, advirtió.
Al respecto, Invecq manifestó que “tras la implementación del SIRA la demanda de divisas por importaciones de bienes (base caja) acumuladas desde octubre a febrero fue 30% menor a la de los 5 meses previos”.
“Si bien las importaciones suelen ser estacionalmente menores a comienzos de año, las de octubre-febrero 2021/22 fueron un 14% superiores a las de los últimos 5 meses”, añadió.
En ese marco, la probable implementación de un “dólar agro” por 90 días (excepto la soja, el más relevante, para el cual duraría 30 días).
Para Invecq, “se trataría por tercera vez de una devaluación encubierta, donde el tipo de cambio para los importadores no se modifica y el Gobierno prefiere ‘pagar caro’ y ‘evitar’ los costos de un salto discreto formal del dólar oficial”.
En su análisis, la consultora remarcó que “no los ‘dólares soja’ ni este nuevo ‘dólar agro’ crean dólares, sino que “pueden acelerar una liquidación de divisas rezagada por la expectativa de un mejor tipo de cambio futuro, pero al mismo tiempo adelantan liquidaciones futuras”.
“Este flujo de liquidaciones ínfimo del primer trimestre es consecuencia de los dólares soja previos”, advirtió, además de admitir que “también está muy afectado por la sequía, especialmente en lo que respecta al ingreso de divisas por trigo a comienzos de año”.