BUENOS AIRES (ANP).- El asesinato del candidato ecuatoriano Fernando Villavicencio, a diez días de las elecciones presidenciales del país andino, encendió un nuevo alerta para toda Latinoamérica, que está perdiendo la guerra contra el crimen organizado.

En declaraciones al canal RTVE Noticias de España, el investigador del Real Instituto Elcano español, Rogelio Núñez, advirtió que varios países de América Latina, en especial los caribeños, están en riesgo de convertirse en narcoestados, por lo que llamó a unir estrategias entre las naciones para combatir a los cárteles.

En el caso de Ecuador, Núñez consideró que el crimen de Villavicencio, más que un medio para impedir que el candidato llegara a la presidencia, fue un mensaje de los asesinos para la clase política y el Gobierno ecuatoriano «que les está diciendo que hoy el crimen organizado —si es que está detrás de este asesinato, y yo creo que sí— es más fuerte que el Estado».

Villavicencio, candidato del espacio político Movimiento Construye, fue asesinado de varios disparos ayer cuando se encontraba junto a un grupo de simpatizantes en el coliseo del colegio Anderson, durante un acto de campaña. Por el gravísimo hecho, el presidente Guillermo Lasso decretó un estado de emergencia o excepción por 60 días.

Si bien la mayoría de las encuestas ubicaban a Villavicencio en tercero o cuarto lugar entre los postulantes a presidente, Núñez indicó que debido a la gran dispersión de votos en estas elecciones no se puede descartar que el candidato asesinado hubiera llegado a una eventual segunda vuelta. Incluso, opinó que luego de este hecho su partido podría recibir un caudal de votos extra en solidaridad.

«A veces estas cosas ocurren, son lo que llamamos los Cisnes Negros, estas cosas imprevistas que pueden alterar el recorrido de una elección», puntualizó.

Consultado sobre el impacto que tendrá el estado de excepción dictado por el Gobierno ecuatoriano, Núñez aclaró que en la práctica «significa poco».

«El Estado ecuatoriano es incapaz de controlar sus cárceles y de brindar la seguridad más básica a sus ciudadanos, que es la del día a día, que no te roben en la calle, y no tiene medios para enfrentar al crimen organizado. Es un Estado débil», comentó.

Para el experto, si bien los altos índices de pobreza de la región inciden en el incremento de los delitos, el principal problema es la debilidad de los Estados pequeños de Latinoamérica, que «son incapaces» de enfrentar a las organizaciones criminales.

En este sentido, pidió poner especial atención a Centroamérica ya que en general los narcoestados o estados fallidos son países pequeños, como es el caso de Haití. «Puede que en un tiempo Haití ya no sea la excepción y que se le unan algunos Estados caribeños e incluso algunos andinos, como Ecuador», advirtió.

Como principal recomendación, el investigador dijo que es necesario hacer una coordinación a nivel de países. «Se cree que detrás de esto está el cártel mexicano de Sinaloa, es que los cárteles no conocen de fronteras mientras que los Estados siguen anclados en sus límites fronterizos y no comparten su información. Así es imposible hacer una guerra eficaz contra el crimen organizado», concluyó.

Por NP