BUENOS AIRES (ANP).- En los últimos tiempos, los miércoles en la zona del Congreso se han convertido en una prueba desafiante para el gobierno y su protocolo antiprotestas, con grupos de jubilados y manifestantes de sindicatos protagonizando manifestaciones en las que semana a semana va escalando el enfrentamiento con las fuerzas de seguridad.

Sin embargo, la jornada de hoy promete un riesgo mayor ya que en Diputados se debatirá una crucial reforma previsional impulsada por la oposición para mejorar la situación de la clase pasiva, que incluye un importante un aumento de las jubilaciones y pensiones.

Otros temas incluidos en el temario son la atención de emergencias por discapacidad y el incremento del presupuesto de salud y universitario, aunque la discusión difícilmente rendirá frutos ya que el gobierno adelantó que el equilibrio fiscal estará por encima de todo y que el presidente Javier Milei vetará cualquier iniciativa que no aclare cuál sería la forma de financiar un gasto extra.

Detrás de la propuesta parlamentaria está Unión por la Patria, secundado por los sectores de izquierda, varios diputados de la UCR y por el bloque de la Coalición Cívica. Si bien hay algunas dudas sobre si los opositores conseguirán hoy el quorum necesario, el tema ya está en el foco de atención pública, lo que es una mala noticia para el gobierno.

Ocurre que en caso de naufragar la iniciativa parlamentaria que busca aliviar la situación de los jubilados, el gobierno llegaría a las elecciones legislativas de Buenos Aires y a las nacionales con una verdadera mancha en su haber: la desatención de los reclamos de dos sectores más que sensibles, como son los jubilados y la salud pública.

En este sentido, hay que destacar que la marcha de este miércoles plantea un gran desafío para las huestes antipiquetes de Patricia Bullrich, por el riesgo de que los episodios de violencia ya habituales culminen en una tragedia de alto costo político. Pero también lo es, y doblemente, para Milei, porque cada vez es más grande la aureola que le colocó la oposición de insensibilidad y de cero empatía con las penurias económicas que sufre la gente.

En la movilización —que amenaza ser una de las más convocantes desde que empezaron las protestas en el Congreso— esta vez también reunirán a los trabajadores del Hospital Garrahan y al colectivo de Ni Una Menos. Todos ellos comenzarán a concentrarse a partir de las 15.00 de hoy para sumarse a la habitual marcha de los jubilados frente al Congreso, dos horas después de que comience la sesión especial en el recinto, cuando comience uno de los debates legislativos más calientes desde que asumió el libertario Milei.

 

 

Por NP