Buenos Aires, may 2 (ANP) Los acreedores tendrán hasta el viernes 8 de mayo para aceptar la propuestas para restructurar unos US$ 66.300 millones de deuda emitida bajo legislación extranjera, pero si la rechazan, el Gobierno tendrá otros 14 días para no caer en default.

El ministro de Economía, Martín Guzmán, junto a su equipo, más los bancos que llevan adelante el proceso de restructuración de deuda, el HSBC y el Banck of American, retomarán esta semana las negociaciones con los principales grupos de tenedores de deuda, para alcanzar un acuerdo.

También se sumará a este diálogo, como lo hizo a comienzos de la semana pasada, el presidente de la Cámara de Diputados, Sergio Massa, de buena relación con varios inversores institucionales de Estados Unidos.

Como en toda semana previa a que venza el plazo impuesto para la negociación, habrá que esperar todo tipo de rumores, de acuerdo o de default, y las consecuentes “subas y bajas” en las cotizaciones de los títulos.

Sin embargo, y a pesar de que los acreedores puedan rechazar la propuesta, la deuda externa de Argentina no caerá en default, ya que recién el 22 de mayo vencerá el plazo del Gobierno para pagar unos US$ 503 millones de los Bonos Globales 2021; 2026; y 2046, que no pagó a finales de abril, y que “envió” al canje.

Es decir, que Guzmán tendrá otros 14 días para seguir las negociaciones para evitar que Argentina caiga en cesación de pagos, por cuarta vez en 20 años.

En este escenario, el ex secretario de Finanzas, Daniel Marx, advirtió que un default parcial “es posible”, pero pidió que, ante la situación que vive el país “no aumentar las dificultades que tenemos hoy, porque le añadimos otra cuestión que venía difícil”.

“El llamado default con algunos títulos sí y otros no, es posible. En la misma presentación de la oferta está separado por clase. Hay cinco títulos que se ofrecen en dólares, otros en euros, pero esos cinco títulos uno podría estar funcionado, otro podría no estar funcionando en teoría, y eso separaría las categorías porque los distintos títulos a su vez vigentes hoy tienen oportunidades de pasarse algunos de los otros títulos que se ofrece”, explicó Marx al programa “Es por acá” por FM Milenium.

Recordó que “intercambiar opiniones (con los tenedores de bonos) no significa necesariamente ponerse de acuerdo” en esos diálogos, cada parte “expondrá sus puntos de vista, habrá sugerencias de un lado y del otro y ahí es difícil de predecir cuál es el resultado de esas conversaciones”.

Al igual que otros especialistas en el tema de deuda, Marx consideró que “hay algunas cosas inusuales en el diseño de la oferta” que le hizo el Gobierno a los bonistas para pagar los US$ 66.300 millones de deuda emitida bajo legislación extranjera.

“Por ejemplo, no se consideran los intereses devengados a la fecha de hoy, es decir aquel que tiene un capital de 100 que por ahí iba a esperar que le pagaron un cupón hace dos semanas, le desconocen ese cupón como la base de la deuda sobre la cual se calcula el canje (pero) después y otros que por ahí cobró unos días antes, está en una situación diferencial ahí, por eso es un elemento diferencial inusual de diseño”.

Además apuntó a que “si por tres años (el tenedor de un bono a canjear) no ve un dólar de intereses, entonces para eso espera tres años ‘y después vemos’ y ahí se acuerdan los términos eventualmente. Eso tiene un costo obviamente que es la incertidumbre, el deterioro de la economía en el medio, en un momento muy muy incierto de por sí”.

 

Por NP