BUENOS AIRES (ANP).- El debate realizado el jueves entre el presidente estadounidense Joe Biden y el ex mandatario Donald Trump reabre la polémica sobre si el líder demócrata es el candidato apropiado para competir en las elecciones del 5 de noviembre.
Biden no mostró la vitalidad esperada por algunos televidentes, mientras que Trump se presentó agresivo, exageró sus respuestas, eludió las preguntas y mintió descaradamente. Por eso, para la mayoría de los analistas, el magnate resultó un claro ganador, con un mensaje disciplinado y bien aprendido.
Sin duda, el ex presidente logró una victoria al mejor estilo Trump (2017-2021), sin gloria, sin respetar a su rival, bien teatralizada, repitiendo varias veces que es la persona más indicada para gobernar de nuevo a los Estados Unidos.
Sin embargo, luego de ver el debate presidencial, realizado en las oficinas de la cadena CNN en Atlanta, sin público, surge inmediatamente una pregunta: ¿no hay otro candidato demócrata para enfrentar al magnate neoyorquino?
Por ahora, parece que no. Un día después de la disputa, Biden, de 81 años, reconoció de algún modo el triunfo de su rival. Pero aseguró que seguirá adelante con su campaña presidencial. No está claro si el presidente estadounidense aceptará debatir de nuevo con el exmandatario republicano, de 78 años, al que ya derrotó en las elecciones de 2020, por 51,38% contra 46,91%.
Durante su duelo verbal con Biden, Trump se mostró bastante relajado con respecto al debate realizado cuatro años antes, enfocándose en temas que son de alguna manera débiles para el presidente demócrata, como la inflación y la migración en la frontera sur con México.
Asimismo, el ex presidente estadounidense eludió referirse con precisión al asalto del Capitolio cometido por sus partidarios el 6 de enero de 2021. E incluso rehusó responder si reconocerá un eventual triunfo de Biden en las elecciones del 5 de noviembre.
A pesar de su dificultad para responder con firmeza a Trump, el líder demócrata no se acobardó ante las agresiones de su rival. Aun así, no tuvo la fuerza necesaria para vencer a su oponente. Después de todo, era lo que buscaba el magnate: humillar a Biden. Pero aunque el líder ultraderechista logró su objetivo, esto no le garantiza que vaya a ganar dentro de cuatro meses las elecciones presidenciales.
La verdad es que Trump, condenado por un jurado popular por 34 delitos a fines de mayo, se mostró bastante relajado con respecto al debate realizado con Biden en 2020, enfocándose en temas que son débiles para el presidente demócrata, como las guerras de Ucrania y de Gaza.
El politólogo Patricio Navia, profesor de estudios liberales en la Universidad de New York, recordó que “en la carrera presidencial hubo varios republicanos más jóvenes que intentaron competir con Trump, pero perdieron en las primarias”.
“La tradición estadounidense señala que si el presidente en ejercicio busca la reelección, nadie de su partido lo desafía. Por eso ninguno provocó a Biden”, dijo Navia en declaraciones a la agencia Nuevas Palabras.
El sociólogo peruano nacionalizado chileno señaló que “más que una victoria de Trump, lo que pasó es que Biden se autodestruyó”.
Cuando se le preguntó si no hubiera sido mejor elegir otro candidato demócrata, respondió que en Estados Unidos “hay renovación a nivel de estados y municipios, incluso en el congreso, donde hay figuras emergentes fuertes. Pero eso no llega a los puestos de liderazgo en el Senado y la presidencia por muchas razones”.
Entre otros nombres que suenan para remplazar a Biden, se destaca la vicepresidenta estadounidense Kamala Harris, con gran respaldo en sectores progresistas que impulsan el derecho federal al aborto, vigente aún en algunos estados, y el gobernador de California, Gavin Newsom.
Probablemente, el destino político de Biden se defina durante la próxima Convención del Partido Demócrata, prevista para mediados de agosto, donde el líder demócrata ya se ha asegurado el 99% del apoyo de los casi 4000 delegados.
Pero si el presidente estadounidense retira su postulación por algún motivo (por ejemplo a pedido de su esposa Jill Biden), los delegados podrían elegir a otro candidato.
Pese a su floja actuación, el actual presidente norteamericano no se quedó tranquilo luego de polemizar con Trump. Y apeló, como en otras oportunidades, al lado humano de la política: “Sé, como saben millones de estadounidenses, que cuando te derriban, te vuelves a levantar”.
No hay duda de que muchos piensan como Biden. Por eso, en medio de las burlas y de las críticas de los republicanos, recibió el apoyo del ex presidente Barack Obama, una de las voces más respetadas del Partido Demócrata.