El impacto de la sequía en la recaudación de los Derechos de Exportación, combinado con menores ingresos de otros impuestos y gastos adicionales por la moratoria previsional, llevarían a un aumento del déficit primario mucho mayor al esperado, con un desvío de casi un punto porcentual del PBI o 1,5 billón de pesos.
La preocupante estimación forma parte del último Monitor Semanal de la consultora Quantum Finanzas, dirigida por Daniel Marx, ex secretario de Finanzas, cuyas proyecciones tienen un aditamento especial, si se tiene en cuenta su rol de asesor del ministro de Economía Sergio Massa.
«La dinámica de ingresos y gastos que se observa y proyecta para el 2023 es diferente a la del año anterior», advirtió, ya que «desde el lado de los ingresos, un factor que impacta en la menor recaudación es la reducción de las retenciones a las exportaciones (en marzo cayeron 82,7% real en la comparación anual)», a diferencia de 2022, cuando «se registraron picos de recaudación por este impuesto en septiembre y diciembre, por la vigencia de los tipos de cambio ‘Dólar Soja’ 1 y 2», que en rigor «reflejan exportaciones y recaudaciones anticipadas que tienen su correlato en menores exportaciones y recaudaciones de derechos de exportación posteriores».
Esta situación «se ve agravada por la fuerte sequía (las liquidaciones de exportaciones en dólares corrientes durante el primer trimestre del año son 65% inferiores a las del mismo período del año anterior)», que no pudo ser compensada por la mejora en la recaudación del IVA.
«Por otro lado, se anticipan mayores gastos, principalmente asociados a jubilaciones y pensiones –instrumentación parcial de la moratoria previsional- y posiblemente más gasto en otras partidas en el marco de la campaña electoral», aunque en sentido contrario habrá menos erogaciones por importaciones de energía y el aumento de tarifas de servicios públicos también reduciría el pago de subsidios.
Quantum supuso para el año una contracción del PBI del 3%, una inflación promedio de 110% y un dólar oficial de $300, con un impacto de la sequía sobre exportaciones de US$ 20.000 millones de caída con un efecto negativo en la recaudación de 0,8% del PBI y del 0,2% en el resto de los impuestos por menor nivel de actividad.
La instrumentación parcial de la moratoria previsional podría agregar gastos por 0,3% del PBI, pero se registraría un ahorro del 1,2% por menores importaciones de energía y menores subsidios por aumentos de tarifas, además de un mayor gasto de 0,5% del producto por la campaña electoral.
Con esos supuestos Quantum estimó que «el déficit primario ajustado en 2023 podría ser de 2,8% del PBI, superior en casi 1% del PBI a la meta incluida en el actual programa acordado con el FMI».
En valores absolutos, el desvío respecto de la meta ascendería a $1.499.647 millones.
Con ese panorama, Quantum concluyó que «en las actuales conversaciones que el Gobierno mantiene con el FMI para redefinir el programa, seguramente se establecerán nuevas metas fiscales cuya flexibilización estará sujeta al financiamiento que el Gobierno podrá obtener de fuentes externas y locales».