Con una diferencia de pocos minutos, el Banco Central y el INDEC dieron a conocer dos datos que se relacionan: la autoridad monetaria subió 950 puntos básicos la Tasa de Política Monetaria, con lo que un plazo fijo pasará a rendir un 5,71% mensual, pero poco después se supo que la inflación de julio fue del 7,4%, es decir 1,7 punto porcentual más.

De esta forma, el BCRA volvió a correr a la inflación por detrás y el octavo aumento de la tasa en lo que va del año quedó desactualizado al momento de darse a conocer y sólo una significativa baja de los precios tornaría positiva a una tasa que sigue sin seducir a los inversores.

Pero la falla viene por partida doble, porque con el alza de la TPM, sube el costo para financiar un déficit cuasifiscal de más de 6 billones de pesos.

Con el 7,4% de julio, resta un improbable promedio mensual de 2,1% entre agosto y diciembre para cumplir con la meta fijada para este año en el proyecto de ley de Presupuesto 2023 y un más esperable 6,45% para alcanzar los cada vez menos lejano nivel inflacionario de tres dígitos.

La inflación interanual creció por sexto mes consecutivo y llegó al 71%, el nivel más alto de los últimos 31 años, con alta probabilidad de volver a ser superado en los meses venideros. Por lo pronto, la inflación de agosto del año pasado fue de 2,5%.

 

Por NP