Las abruptas caídas interanuales del gasto en términos reales, con porcentajes de dos dígitos, parecen haber quedado archivadas ante las limitaciones que representa la licuación del ajuste por inflación y la postergación de los pagos, recursos que tarde o temprano se diluyen ante los reclamos salariales, de las provincias o de los sectores subsidiados, así como por el descomunal crecimiento de la deuda flotante.
Ante esa situación se enfrenta el ministro de Economía, Sergio Massa, en el octavo mes de su gestión, en el que comenzó a observarse “una retracción en la dinámica de ajuste”, al punto que la caída real del gasto primario en la segunda semana de marzo respecto del mismo período de 2022 fue de apenas el 2%, en tanto tuvo una suba del 10,8% en relación con la segunda semana de febrero, aunque en esta comparación pudo haber razones estacionales.
“En la tendencia estamos observando una retracción en la dinámica de ajuste, respecto a la semana pasada de 4,4 puntos porcentuales y de 9,3 de la última de febrero”, indicó la entidad presidida por Ricardo Delgado.
En marzo, las asignaciones familiares y universales recibieron un aumento del 17,04% según la ley de movilidad, sumado los incrementos por ayuda escolar desde Anses de $9.609 por beneficiario; de este modo, el gasto devengado total en la partida durante la semana fue $ 146.959 millones, indicó Analytica.
“Dentro del repunte de la obra pública, se destacan los pagos de vivienda por $ 11.619 millones, igual monto que en enero y febrero”.
Por primera vez en la gestión de Massa, fueron más los rubros que aumentaron su gasto en términos reales en la comparación interanual que los que bajaron.
Entre las subas se anotaron Asignaciones familiares y AUH (73,4%), Gasto en personal (8,1%), Programas sociales (7%) y Bienes y servicios (5,9%).
Jubilaciones, pensiones y PAMI fue el único capítulo que no registró variación, mientras que los tres que bajaron fueron Obra pública (-15,3%), Subsidios económicos (-24,2%) y Transferencias a provincias (-56,4%).