Buenos Aires, abr 21 (ANP)- Las provincias de Entre Ríos, Jujuy, Catamarca, Formosa y La Pampa se encuentran en las mejores condiciones para comenzar con una flexibilización gradual de la cuarentena si se tienen en cuenta tanto el avance del virus, la estructura sectorial, el riesgo de ingresos de la población y la necesidad de recursos fiscales.

A esa conclusión arribó la consultora ABECEB luego de cruzar la información surgida de esas cuatro variables, por la que determinó que esas cinco jurisdicciones “tienen mayor capacidad de respuesta a la crisis porque se encuentran menos afectadas”, además de contar con una estructura productiva, económica y política que “podría derivar en una flexibilización más veloz”.

Por el contrario, los cinco distritos que acusan el mayor impacto sanitario, económico, social y laboral y, en consecuencia, sería los que más demorarían en levantar el aislamiento son Tierra del Fuego, Buenos Aires, Córdoba, Neuquén y Ciudad de Buenos Aires.

ABECEB indicó que “la salida sería más rápida en aquellas regiones en las que no exista circulación del virus (bajo número de casos) y especialmente en pequeñas localidades que puedan mantenerse aisladas de manera conjunta, desarrollando de manera normal sus actividades”.

En lo que atañe a la estructura productiva de cada distrito, la consultora sostuvo que “podrá avanzarse de manera gradual en las actividades que presentan poca intensidad de empleo, no implican afluencia de gente o se desarrollan en regiones aisladas y poseen una elevada formalidad”.

“Lo mismo sucederá con los rubros que no estén asociados a la inversión (posiblemente de recuperación más lenta que el consumo), que puedan organizar su logística y ventas sin depender del comercio físico y no sufran por caídas de precios o baja de demanda del turismo y transporte”, añadió.

En ese sentido, ABECEB señaló que “las provincias del norte muestran mejor evolución dado el peso del sector público y las actividades agropecuarias” pero por el contrario “las industriales y petroleras sufren de una mayor caída en la demanda, siendo estas últimas en las que los efectos serán posiblemente más agudos y persistentes, dado la gran crisis del petróleo a nivel nacional e internacional”.

Por otra parte con la excepción de la Ciudad de Buenos Aires, “los grandes centros urbanos resultan los más afectados, dada la elevada informalidad y la baja proporción de empleo público”, en tanto en las provincias del norte “la tasa de informalidad del sector privado es bastante elevada, pero es compensada por el fuerte peso del empleo público”.

ABECEB distinguió a “las provincias que fiscalmente dependen de recursos de la Nación” que “tienen menos incentivos a liberar actividades a nivel local, dado que eso no implicará grandes cambios en su recaudación” de las que “dependen de recursos propios” que son la de “mayor población y mejor poder adquisitivo”, al tiempo que “pueden alterar la evolución de sus ingresos totales permitiendo una mayor actividad”.

Desde el punto de vista político, ABECEB estimó que “lo más probable es que las provincias alineadas al oficialismo coincidan con la estrategia del Ejecutivo Nacional por lo que demorarían en tomar medidas que apunten a liberar actividades económicas”.

“Una vez superada la cuarentena, la recaudación propia de cada jurisdicción, los recursos de Nación, el endeudamiento, el acceso a financiamiento, la actividad, el empleo y el impacto de la inflación en los ingresos, plantearán un nuevo escenario que permitirá construir un nuevo mapa de recuperación provincial”, finalizó.

 

Por NP