BUENOS AIRES (ANP) El plan económico que lleva adelante el presidente Javier Milei tiene en su “centro neurálgico” un “blanqueo encubierto” con una serie de medidas que, al menos en los primeros meses, apuntan que el sector privado financie al Estado por medio del desahorro.

Así lo sostuvo el director de la consultora Economía & Ética, Diego Giacomini, en un análisis en el que consideró que “no sería descabellado” prever para cerca de abril de 2024 una nueva “corrección” del dólar oficial, ya que la política de un crawling peg de un 2% mensual tiene “patas cortas” ante una inflación por lo menos diez veces mayor.

“Podríamos decir que, al menos durante los primeros meses de gestión, hay un blanqueo encubierto en el centro neurálgico del plan económico de Javier Milei”, sostuvo Giacomini.

Ese blanqueo, que para el economista “es muy fácil de ver”, está implícito en una serie de medidas y fenómenos que, combinados, representan una transferencia de recursos privados al Estado a través del desahorro.

Al respecto, indicó que en los primeros siete meses de gobierno se generará “una inflación muy fuerte” que, según palabras del propio Milei, “sería acompañada por una muy fuerte recesión en el cual la caída del nivel de actividad llevaría a que los flujos generados por las empresas y familias no alcanzaran para pagar gastos corrientes”.

“Las ventas y la facturación de las empresas no alcanzarían para pagar los gastos de funcionamiento, los salarios, los insumos y los bienes intermedios. Paralelamente, los flujos de ingresos familiares también se desacoplarían de los gastos corrientes. Es decir, los ingresos pasarían a no poder cubrir en su totalidad las expensas, la luz, el gas, las cuotas de colegios, de clubes, la medicina pre-paga, los seguros de automotores, los impuestos, los alimentos y remedios”, planteó Giacomini.

En medio de esa dinámica, acotó que “el gobierno pretende mantener pretende mantener el tipo de cambio paralelo artificialmente contenido con la ingeniería financiera del (ministro de Economía, Luis) Toto Caputo y del BCRA de su socio (Santiago) Bausili para que haya inflación en dólares y los dólares guardados rindan cada vez menos”.

En ese marco, continuó, el crawling-peg de 2% mensual “es dinámicamente inconsistente y más tarde que temprano es muy probable que fracase y deba ser abandonado”, pero además “el BCRA ofrece rendimientos negativos en pesos para que dichas colocaciones financieras no contribuyan positivamente al pago de los gastos corrientes”.

“De esta manera -explicó Giacomini- se pretende obligar a las firmas y las personas a ‘escupir’ cantidades crecientes de dólares, pretendiendo obligar al sector privado que desahorre y financie el intento de que el Estado achique su desahorro. En pocas palabras, un blanqueo no blanqueado por la política”, aseveró.

Pero ese desahorro, explicó, “retroalimenta la recesión” ya que “no se dirige a la inversión” sino que conlleva a “menor consumo y producción presente, así como menor consumo y producción futura”.

La compensación a ese blanqueo encubierto podría venir de la mano de la desregulación alentada desde el DNU, pero esto tampoco está exento de dudas: “Desregular para incentivar la competencia con presión tributaria creciente, mete en problemas a las firmas que deban competir con el exterior. Sólo las firmas muy productivas de algunos pocos sectores como el agroindustrial y/o el informático estarán en condiciones de competir”, manifestó.

Las “para cortas” de la política cambiaria

Giacomini también analizó las probabilidades de éxito de la política de un ajuste mensual del 2% en el dólar oficial y planteó que si se parte de una cotización de $ 820 y se le aplica un crawling peg del 2% mensual, “el tipo de cambio oficial treparía a $836 (enero 24); $853 (febrero 24); $870 (marzo 24) y $887 (abril 24)”.

Pero con inflación que podrían estimarse, en un orden descendente, del 24% en enero al 17,2% en abril (Giacomini aclaró que no es un pronóstico sino un ejercicio) “en marzo de

2024 la competitividad precio del dólar oficial medida en términos reales ya estaría en el mismo nivel que tenía con un dólar de $370 y luego, en abril estaría 11,3% más barato en términos reales que al final de la gestión del ministro (Sergio) Massa”.

“La política cambiaria oficial implicaría que el crawling peg tendría ‘patas’ cortas y que dicha política no tendría durabilidad de ni siquiera mediano plazo”, puntualizó, por lo que “no luciría descabellado pensar en una potencial corrección de la política de dólar oficial en abril”.

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Por NP