Buenos Aires – (ANP) – Es generalmente en momentos de mayores crisis cuando las sociedades posan sus miradas sobre aquellos momentos de la historia considerados fundantes. Es el retorno a un pasado en el que “hicimos bien las cosas”, donde nos sentimos orgullosos de nosotros mismos.

Por eso, no es de extrañar el éxito de la película “Argentina 1985” donde se relatan de manera ficcionada los hechos ocurridos en el marco del Juicio a las Juntas Militares.

Pero para llegar a ese momento, hubo un paso previo. Para poder juzgar a los militares había que generar una conciencia en la sociedad de que era necesario adoptar una nueva ética para la acción política, muy diferente del populismo y autoritarismo reinantes durante la década del 70.

La primera noción que tuvieron los argentinos de que había que ir por ese lado fue el 30 de septiembre de 1983. 

Esa noche, el candidato de la Unión Cívica Radical (UCR), Raúl Alfonsín, comenzó a cargar sobre sus espaldas esa demanda de la sociedad, que estaba cansada de la inestabilidad política imperante a lo largo de todo el siglo XX.

Días antes, Alfonsín había denunciado que el peronismo, a través de sus sindicatos, ya tenía un acuerdo con los militares para convalidar por una ley del Congreso la amnistía dictada por el general Reynaldo Bignone.

La denuncia fue muy fuerte y logró poner en el eje al candidato radical. Cabe recordar que hasta ese momento, nunca el peronismo había sido derrotado en elecciones libres y que por lo tanto, sus dirigentes suponían que las elecciones de octubre iban a ser un mero trámite.

El acto de inicio de la campaña era en Ferro. Esa noche, sorpresivamente la Unión Tranviarios Automotor (UTA) había declarado sorpresivamente un paro de actividades, procurando que fracasara la convocatoria del otro partido popular.

No tuvo éxito. El viejo estado de Ferrocarril Oeste, todavía de tablones en aquellos años, explotó de gente. Hubo incluso mucho público en la calle.  

Esa moche Alfonsín fijo las condiciones para la democracia argentina que iba a imperar hasta estos días: “la auto amnistía: vamos a declarar su nulidad, pero tampoco vamos a ir hacia atrás mirando con sentido de venganza, no construiremos el país del futuro de esa manera”.

“Tampoco lo construiremos sobre la base de una claudicación moral que sin duda existiría si actuáramos como si nada hubiera ocurrido en Argentina”, afirmó el candidato esa noche.

Para Alfonsín no se trataba solo de prestar una oreja a sectores de la izquierda para sumar votos. Su convicción era mucho más profunda que el mero hecho de sumar apoyos para ganar las elecciones. Tenía consciencia que iba a fundar un nuevo sistema político.

Algo que  todo ese conglomerado de agrupaciones que hoy se autopercibe como “campo popular” rechazó de plano y que hoy, de manera canallesca, trata de apropiarse. Hay que ser claro: la mirada de Alfonsín sobre el sistema político es la del histórico proyecto liberal consagrado en la Constitución Nacional de 1853, más allá de que como presidente de la UCR se haya volcado hacia la socialdemocracia. En el fondo,la socialdemocracia no es otra cosa que eso: liberalismo político, con un estado que genere condiciones para lograr mayores grados de igualdad entre la gente.

Aquel 30 de septiembre de 1983 nació un término nuevo para la política: el “Alfonsinazo”, tomado prestado del “peronazo” con el que se referían los justicialistas a las elecciones en las que Juan Domingo Perón arrasó en 1973. El “alfonsinazo” iba a acompañar toda esa campaña electoral hasta el cierre en el Obelisco donde la leyenda afirma que se movilizó 1 millón de almas.

Tal vez, la foto que tendría que estar ilustrando este recuerdo debería ser la de aquel acto. Pero a este periodista le pareció pertinente poner esa foto casi de familia, donde está “Don Raúl” con los participantes del Juicio a las Juntas, que nunca se podría haber hecho si no hubiera empezado todo aquella noche del 30 de septiembre, dos años antes.

El acto de Ferro está marcado en la historia del radicalismo como uno de sus hitos y forma parte de su folklore. La campaña anterior para las legislativas cerró en Ferro, en el micro estadio, tratando de alinearse en la tradición.

Ahora el Comité Nacional que conduce el gobernador de Jujuy, Gerardo Morales, convoca para el sábado 29 de octubre a las 11 a Costa Salguero bajo la consigna «Unidos Ganamos».