El impacto de la sequía en la actividad agrícola genera una preocupación que excede al ámbito rural para causar alarma en el Ministerio de Economía y el Banco Central, ya que la reducción de las estimaciones de siembra y producción de los principales cultivos podría impactar negativamente en la obtención de divisas y, consecuentemente, las reservas internacionales.

El último Panorama Agrícola Semanal (PAS), difundido hoy por la Bolsa de Cereales, da cuenta de recortes en las proyecciones para trigo, maíz y cebada respecto del informe previo y sumó preocupación, luego de la advertencia del presidente de la Sociedad Rural Argentina (SRA), Nicolás Pino, quien objetó la falta de medidas por parte de autoridades nacionales y provinciales.

«La siembra de cuadros de maíz con destino grano comercial mantiene importantes demoras a nivel
nacional», indicó la Bolsa, que añadió que «la falta de humedad impedirá que se concrete el área de maíz temprano inicialmente presupuestada para la presente campaña».

Frente a este panorama, la entidad redujo su proyección de siembra para la campaña 2022/23 en 200.000 hectáreas, por lo cual la nueva área se ubicaría en 7.300.000 Ha.

«Esta nueva superficie representa en números absolutos, 400.000 Ha menos que las implantadas la campaña previa», indicó.

Respecto al trigo, luego de relevar los daños generados por las ultimas heladas sobre gran parte del centro y sur del área agrícola, la producción cae a 15,2 millones de toneladas.

«Sectores sobre el centro reportan daños como amarillamiento de espigas e interrupción del llenado de grano, hasta perdidas adicionales de área cosechable. A la fecha el 56 % del área reporta una condición hídrica regular/sequía mientras que un 49,4 % de los cuadros se encuentran entre espigazón y llenado de grano», describió la Bolsa de Cereales.
Para la cebada, «se esperan mermas y perdidas adicionales a las inicialmente esperadas», como consecuencia de los daños generados por las heladas registradas el 8 y 9 de octubre.

La nueva proyección de producción se ubica en 4,7 millones de toneladas, una caída de 6 puntos porcentuales con respecto a la previsión anterior. «El área aun en pie depende de lluvias en el corto plazo para poner un freno al deterioro del cultivo», completó la entidad.

La siembra de girasol se concentró en el sur del área agrícola marcando un progreso de 39% sobre las 2 millones de hectáreas proyectadas para esta campaña y «a pesar de registrar algunos eventos de lluvia en las zonas productivas, las demoras en la incorporación de cuadros por falta de humedad se mantienen cercanas a 9,5 p.p», señaló.

La Bolsa finalizó su informe precisando que «en cuanto a la condición del cultivo, se estima que el 12% del área implantada registre una condición buena, mientras que el 5% de los cuadros transita ya el estadio fenológico de botón floral».

Por NP