El mercado analiza con cautela los puntos del acuerdo con el FMI que presentó el gobierno al Congreso. Para algunos va a ser necesario esperar dos años hasta una nueva administración para poner en marcha un plan de fondo. Otros consideran que cada tres meses el gobierno deberá comprobar que quiere cumplir con lo prometido.

«Un programa de estabilización deberá más largo deberá ser discutido después,posiblemente con una nueva administración», afirma la consultora LCG en su último reporte, en el cual brinda algunos detalles del acuerdo que el gobierno envió al Congreso.

LCG hace foco en la hoja de balance del Banco Central. Entiende que allí hay un doble problema de reservas escuálidas con un exceso de pesos emitidos por la entidad. El programa procuraría resolver ambas partes del balance, incrementando reservas y reduciendo la emisión.

Pero el resultado de ello, es que las distorsiones se buscan resolver inflacionando.

LCG señala que con relación a «la percepción de la solvencia del Tesoro escondida en un riesgo país de 1800 puntos, el acuerdo apunta a una reducción del déficit, aunque gradual de manera que no frene bruscamente la recuperación de la actividad».

«En términos de la sostenibilidad de la deuda, alcanzar el equilibrio recién en 2025, supone mantener el ratio de deuda a
producto en torno al 85% en el mejor escenario» indica el reporte.

Para la consultora MegaQ el efecto positivo del acuerdo se irá concretando en la medida que se pueda ir avanzando en el cumplimiento de las metas y se logre la tan buscada sustentabilidad de la deuda pública.  Es decir, plantea que los efectos sobre la confianza de los operadores y de los mercados se conseguirá en la medida en que el gobierno pueda mostrar cumplimiento de objetivos.

 

El informe señala que «a paridad actual de los bonos globales, cuyo vencimiento de capital significativo se inicia en 2025 dan cuenta todavía de un grado muy alto de expectativas negativas con respecto al cumplimiento de las metas acordadas, por eso será muy importante ir avanzando con el cumplimiento de las metas trimestrales para que ello repercuta en el atractivo de esos bonos y se logren niveles de riesgo país compatibles con el retorno al mercado de capitales».

«En síntesis, el acuerdo con el FMI es un importante primer paso, pero que se deberá ir refrendando cada tres meses», opina la consultora.