En lo que va de sus presidencias, Alberto Fernández y Miguel Pesce multiplicaron catorce veces el stock de leliq que, supuestamente, iban a aniquilar para destinar esos recursos al pago de medicamentos para jubilados. Desde hace varios meses, el dinero que representa el pago de intereses de esos instrumentos es mayor al que la ANSES destina para abonar las jubilaciones, con una brecha que continuará acrecentándose luego del incremento de mil puntos básicos (10 porcentuales) resuelto hoy por el Directorio del Banco Central.
Después de que el mercado evaluara negativamente la suba de 300 puntos básicos de la semana pasada, la autoridad monetaria redobló (en realidad triplicó) la apuesta con una nuevo ajuste que corre el riesgo de volver a quedar corto ante la escalada de precios. La constante carrera entre inflación, dólar y tasa en la que el Banco Central siempre corre desde atrás.
Téngase en cuenta que el 91% de Tasa Nominal Anual representa un 7,58% mensual y un 141% de Tasa Efectiva Anual. Nadie está en condiciones de asegurar que ese nivel sea suficiente para seducir a potenciales inversores, luego de un marzo con 7,7% de inflación.
El economista de la consultora Empiria, Juan Ignacio Paolicchi, puso en números el impacto que tendrá esta suba de tasas: «en un año se emitirían $18 billones. Lo que implica que alcanzaría con 4 meses para duplicar la base monetaria actual (cantidad de pesos en circulación), sólo de intereses. O, dicho de otra forma, en un año tendríamos 3,5 bases nuevas».
Diego Giacomini, de Economía & Ética, calificó al ministro Sergio Massa como «un gran irresponsable» por entender que «desde el principio hipoteca el futuro y lo hipoteca cada vez más subiendo la tasa, que es cada vez más dólar e inflación».
Al respecto, graficó el «efecto lógico» de la política monetaria aplicada en los últimos años, en una carrera precios-dólar-tasas cuyo resultado es que la «suba del dólar e inflación se empina cada vez más».
El Directorio del Banco Central elevó la tasa de interés nominal anual de las Leliq a 28 días pasó a 91% (141% en términos efectivos anuales), también subió la tasa de interés mínima garantizada y triplicó el monto imponible sobre los plazos fijos de personas humanas, estableciendo el nuevo piso en 91% anual para las imposiciones a 30 días hasta 30 millones de pesos (140,5% de TEA).
Para el resto de los depósitos a plazo fijo del sector privado la tasa mínima garantizada se establece en 85,5% (128,5% de TEA).