BUENOS AIRES (ANP).- “Hay que estar atentos a que me metan presa”, dijo el sábado Cristina Fernández de Kirchner ante la posibilidad, cierta, de que la Corte Suprema deje esta semana firme el fallo en la causa que está implicada por defraudación contra Vialidad Nacional, y vaya a prisión.
Pero mientras ella acentuaba el dramatismo de su situación, comparándola con los bombardeos de la Plaza de Mayo o los fusilamientos de José León Suarez, otro acto “peronista” la sacaba de la portada de los medios, y era Juan Grabois tratando de “recuperar” el Instituto Juan Domingo Perón.
Y esto nos lleva a la pregunta que encabeza esta nota “Si Cristina va a presa ¿qué quilombo se va a armar?”
¿ Habrá una movilización de las masas peronistas como el 17 de Octubre pidiendo por su líder preso en Martín García, o un grupo de 40 militantes, que terminaron desalojados por un grupo de la Policía Federal ? ¿Y la CGT. Llamará a un paro general? .
Hay algunas hipótesis que se abren. La condena a CFK la deja afuera de las elecciones legislativas provinciales, a las que se auto-postuló y luego llamó a la unidad. Ante eso, el oficialismo pierde una de sus mayores ventajas, polarizar contra el pasado, contra el kirchnerismo.
Al interior del peronismo, y en especial el bonaerense, esto puede servir para que Axel Kicillof encolume bajo su órbita un partido desmembrado. Ahora, si el gobernador bonaerense cae en la “trampa” de llevar como bandera “la proscripción de Cristina”, le estará devolviendo la ventaja a Javier Milei, que no solo enfrentará “el pasado”, sino que, además, se enfrentará contra “una chorra”, al decir de la mirada popular no kirchnerista.
Por otro lado, el apresamiento de la ex mandataria, por más que sea “light” pondrá de manifiesto que Milei no maneja la Corte Suprema, algo que quiso hacer a través del nombramiento de Ariel Lijo y Manuel García Mansila, quienes ni lograron tener “la mitad más uno” de los votos del Senado.
Para el PRO, la UCR y la Coalición Cívica será el triunfo esperado de tanto bregar para que se haga justicia, pero en nada les cambiará su sombrío panorama electoral.
Ahora, luego de un año y medio de gobierno de La Libertad Avanza, un grupo de diputados del PRO parece haberse dado cuenta que sirvieron a convalidar las políticas más anti-populares del oficialismo, sin ganar nada a cambio. Lo que es peor, hasta se pueden quedar afuera en el reparto de cargos en las próximas elecciones.
Algo similar le ocurre al radicalismo y a los seguidores de Elisa “Lilita” Carrió. Los primeros están divididos entre quienes hacen “seguimiento” de las políticas de Milei, -los radicales con peluca – y los que tienen una posición más crítica, como Martín Lousteau (foto), quien está a punto de perder su banca en el Senado, luego de sacar 2% en las elecciones a la Legislatura Porteña.
Desde la Coalición Cívica, sin una unión con otras fuerza, su ya menguante representación de seis diputados puede verse afectada.
Cristina puede ser condenada, seguramente pasará unos días en la alcaldía de la avenida Figueroa Alcorta y Cavia, antes de que le declaren la prisión domiciliaria. Mientras tanto, Sergio Massa espera su momento para reaparecer.