BUENOS AIRES (ANP).- La posibilidad de crear un Estado palestino, impulsada por Rusia, también ha vuelto a oírse esta semana en la voz del secretario de Estado norteamericano, Antony Blinken, como una estrategia viable para solucionar el conflicto de Medio Oriente.
Después de meses de desavenencias, causadas por la guerra en Ucrania, los gobiernos del presidente estadounidense, Joe Biden, y de su colega ruso Vladimir Putin parecen ir en la misma dirección, para tratar de convencer de este objetivo (propuesto por la ONU) al primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu.
Sin embargo, la meta central de líder derechista en estos momentos es “destruir” al grupo islámico palestino Hamas en la Franja de Gaza, causante de la masacre del 7 de octubre en la que fueron asesinadas 1.200 personas, la mayoría civiles, y secuestradas otras 240 en el sur israelí.
Un Estado palestino “es la mejor solución para aislar” a Irán, país al que la Casa Blanca acusa de respaldar a Hamas y a los rebeldes hutíes de Yemen, que atacan la navegación internacional en el mar Rojo, dijo el miércoles el jefe de la diplomacia estadounidense.
Entre otras medidas, Blinken, pidió al gobierno de Netanyahu que reforzara la protección de la población de Gaza, donde ya han muerto más de 23.843 personas, según informes del ministerio de Salud de esa zona, controlado por Hamas.
Luego, durante un encuentro que mantuvo en Ramallah, Cisjordania, con el presidente de la Autoridad Nacional Palestina, Mahmud Abbas, de 88 años, Blinken opinó que todos los impuestos palestinos recaudados por Israel deberían ser transferidos a la ANP para financiar su economía.
El 28 de noviembre, el presidente ruso Vladimir Putin, en un mensaje enviado a Abbas, dijo que la creación de un Estado Palestino, con las fronteras de 1967, es la “condición clave” para resolver el conflicto en la región.
La ANP gobierna Cisjordania desde 2004 en medio de la anarquía y denuncias de corrupción. Desde entonces nunca más se realizaron elecciones en dicho territorio.
Arabia Saudita, enemigo de Irán en la región, está también interesada en normalizar sus relaciones con Israel después de que termine la Guerra de Gaza, con la única condición de que se establezca un Estado palestino, informó el embajador de Riad en el Reino Unido, el príncipe Khalid bin Bandar.
En declaraciones a la cadena británica BBC, el diplomático dijo que el pacto bajo la mediación de Estados Unidos estaba ya cerrado entre Israel y Riad, cuando se produjo una pausa en las conversaciones luego de que Hamas atacara el sur de Israel.
“La creación de un Estado palestino es una condición indispensable para la posibilidad de llegar a un acuerdo en Medio Oriente”, dijo Adrián Eduardo Zarrilli, profesor y doctor en Historia de la Universidad Nacional de Quilmes.
En declaraciones a la Agencia Nuevas Palabras (ANP), el analista opinó que “los más razonable que hubo en este contexto fueron los Acuerdos de Oslo (1993). O sea, por un lado, el mundo palestino debe entender que la existencia de Israel como Estado es indiscutible. Esto es, precisamente, lo que niega Hamas”.
“Y, por otra parte, Israel debe reconocer la existencia de la autonomía palestina y de un Estado palestino. Creo que esta situación la reconoce una parte de la política israelí, sobre todo los que firmaron los Acuerdos de Oslo, desde la derecha moderada hasta la centro izquierda. Pero la extrema derecha y Netanyahu y compañía, no. Ahí está el quid de la cuestión”, agregó.
Zarrilli, no obstante, insistió: “La cuestión central es la creación de un Estado palestino independiente, con mutuo reconocimiento. Hasta que eso no se logre, no hay solución posible”.
“No es casualidad que los dos extremos, tanto Hamas como la extrema ultraderecha israelí se necesiten mutuamente, ya que cada uno logra que el otro sobreviva para alimentarse”, opinó.
Esta semana, Estados Unidos y el Reino Unido atacaron decenas de objetivos militares hutíes en Yemen, extendiendo peligrosamente la guerra de Gaza hacia otros territorios de Medio Oriente, mientras los rebeldes advirtieron que lanzarán represalias en contra de estos dos países occidentales.
Los hutíes, apoyados por Irán, controlan la capital de Yemen Sanaá y sus alrededores. Tras el inicio de la guerra en la Franja de Gaza, se solidarizaron con Hamas y empezaron a lanzar misiles contra Israel.
Mientras Netanyahu continúa atacando posiciones del grupo islámico palestino, Sudáfrica denunció por genocidio a Israel ante la Corte Internacional de Justicia (CIJ) de La Haya, Países Bajos, por los ataques perpetrados contra la población de Gaza.
La demanda sudafricana fue apoyada por seis países latinoamericanos: Brasil, Venezuela, Cuba, Colombia, Bolivia y Nicaragua. El documento señala que el asedio israelí a Gaza “constituye un genocidio e incumple la Convención sobre el Genocidio de 1948, nacida tras el Holocausto” de la Segunda Guerra Mundial.
“Sudáfrica busca permitir que Hamas vuelva a cometer los crímenes de guerra, crímenes contra la humanidad y crímenes sexuales que cometieron repetidamente el 7 de octubre, como han declarado sus líderes”, dijo en un comunicado publicado vía X (extwitter), el vocero del ministerio de Relaciones Exteriores israelí, Lior Haiat.