BUENOS AIRES (ANP).- El dólar informal registró hoy un récord histórico y concluyó la jornada con un alza de casi 6,7% hasta ubicarse en $1.070 para la compra y $1.120 para la venta, en medio de una polémica entre el Gobierno y analistas por las causas de la renovada tensión cambiaria.
Mientras que en el circuito formal la divisa estadounidense se movió apenas al alza, hasta los $794-834, el blue se vio arrastrado por los dólares financieros CCL y MEP, que operaron con una fuerte volatilidad y también marcaron picos récords a lo largo del día.
Al respecto, el vocero de Presidencia, Manuel Adorni, encendió la polémica esta mañana cuando atribuyó el alza en el mercado del contado con liquidación y del MEP a la incertidumbre en torno a la aprobación de las leyes claves enviadas por el Gobierno al Congreso, y por las medidas cautelares que están trabando las reformas para desregular la economía.
«Los desacuerdos con la ley y con el DNU generaron que el dólar salte de $900 a $1.200», afirmó Adorni durante su conferencia de prensa diaria, y la respuesta de economistas, analistas privados y usuarios de la red X no se hizo esperar.
El economista de la UCA-UTDT Gabriel Caamaño descartó por completo la explicación oficial y mencionó en cambio otros factores que pesan mucho más en el dólar.
«Sigue habiendo un tremendo cepo, empezamos a salir del pico estacional de la demanda de pesos y bajaron fuerte la tasa en pesos; si la van a kirchnerear (la culpa siempre es del otro) no esperen aplausos», advirtió.
También se manifestó en contra de la explicación de Adorni el economista Roberto Cachanosky, quien señaló en su cuenta de X que «el Gobierno está usando la inflación para licuar los pasivos remunerados y eso impacta en el tipo de cambio. Hasta limitó el monto y alargó el plazo para los depósitos ajustados por inflación», detalló.
De esta forma, el Gobierno sumó un nuevo enfrentamiento con los legisladores, que ayer iniciaron el debate en comisiones de la ley ónmibus que propone el presidente Javier Milei y el polémico DNU anunciado a pocos días de asumir, que sienta las bases para la mayor reforma en la historia reciente del país.
Para muchos, se trata de una jugada poco oportuna del Gobierno en momentos en que su capital político se está jugando en el Congreso. Recientemente, el propio Milei había acusado a los diputados y senadores de trabar las reformas porque esperan «coimas» a cambio, y ahora es el portavoz presidencial quien les apuntó directamente, responsabilizándolos por la incertidumbre en el mercado cambiario.
En este escenario, el Gobierno sigue apostando a contar con la aprobación de las leyes que impulsa antes de que termine el mes, un objetivo que se perfila extremadamente difícil de concretar.