BUENOS AIRES (ANP).- La disputa por el territorio del Esequibo es para muchos la necesidad de Guyana de reafirmar su soberanía en esa región del noreste de Sudamérica, pero para otros es una maniobra de distracción del presidente venezolano, Nicolás Maduro, para perpetuarse en el poder.
Sin embargo, otra de las razones que ha reavivado el conflicto es el descubrimiento en 2015 de vastos yacimientos de petróleo, ubicados a 200 kilómetros de las costas de Esequibo, por parte del gigante estadounidense Exxon Mobil.
Aunque esa zona es controlada por Guyana, Venezuela reclama soberanía sobre estos territorios desde hace más de un siglo, sosteniendo que Caracas formaba parte de la corona española en el siglo XIX, y que el Reino Unido gobernaba lo que se conoció como Guayana británica.
El jueves pasado, en medio de una gran tensión, el presidente Maduro y su colega guyanés, Irfaan Ali, se reunieron en las islas caribeñas de San Vicente y las Granadinas, donde acordaron continuar con el diálogo para buscar una solución pacífica a la controversia.
Guyana, excolonia británica entre 1831 y 1966, controla el Esequibo gracias al laudo arbitral de París de 1899, aprobado en apenas seis días, cuestionado desde entonces por Venezuela, que otorgó los 159.500 kilómetros cuadros de ese territorio a Georgetown.
“Que Guyana fuera una colonia británica resultó decisivo” para el jurado, según informes de la cadena alemana Deutsche Welle.
En una declaración, los presidentes Maduro y Ali acordaron resolver cualquier controversia entre los dos estados según el derecho internacional, incluido el Acuerdo de Ginebra del 17 de febrero de 1966, firmado tres meses antes de la Independencia de Guyana, que reconoce la posición de Venezuela de considerar “nulo e írrito” el laudo de 1899.
También se pactó que el área reclamada por Caracas seguirá bajo control de Guyana, hasta que la controversia se resuelva a nivel diplomático.
En la nota se deja constancia de que Georgetown está comprometida con los procedimientos de la Corte Internacional de Justicia (CIJ) de la Haya. Sin embargo, Venezuela rechaza la jurisdicción de la CIJ, principal órgano judicial de las Naciones Unidas, para resolver dicha cuestión fronteriza.
Maduro y Ali también se comprometieron a reunirse en los próximos tres meses en Brasil, donde el presidente de ese país, Luiz Inácio Lula Da Silva, ha manifestado su voluntad de convertirse en una suerte de mediador del conflicto fronterizo.
Andrés Serbin, chair del consejo académico de la Coordinadora regional de Investigaciones Económicas y Sociales (CRIES), dijo a la Agencia Nuevas Palabras que “las posiciones están muy encontradas: Maduro sigue planteando la reclamación por otras vías diplomáticas, mientras que Ali sostiene que la decisión (sobre el conflicto) la deber tomar la CIJ”.
“Si Venezuela, independientemente de Maduro, acepta lo que propone la CIJ, se sale del formato planteado en el Acuerdo de Ginebra, que plantea negociaciones bilaterales a través de los buenos oficios de las Naciones Unidas”, afirmó el analista.
Este acuerdo sentaba las bases para una solución negociada y, por otra parte, anulaba el laudo de 1899. Entre otras consideraciones, Venezuela sostiene que el Esequibo forma parte de su territorio, tal como ocurría en 1777 cuando Caracas estaba integrada a la corona española.
De todos modos, Serbin señaló que no cree que la controversia pueda escalar hacia un conflicto bélico, “más allá de la superioridad numérica de armamentos de Venezuela, como para sostener algún tipo de acción militar en un ámbito particularmente hostil como es la zona de reclamación”.
El académico, especializado en América Latina y el Caribe, opinó que el reclamo de Caracas “es más que nada una maniobra distractiva de Maduro, para minimizar el éxito que tuvieron las primarias de la oposición, el pasado 24 de octubre, que le dieron a María Corina Machado la posibilidad de ser la candidata presidencial por abrumadora mayoría” en las elecciones del 2024.
Considerado un dictador por la Unión Europea (UE) y Estados Unidos, que han aplicado sanciones económicas contra Venezuela, Maduro tildó de “farsa” la votación en la que ganó Machado.
Para Serbin, “el esfuerzo del gobierno de Maduro está dirigido a mantenerse en el poder, por lo que todos los mecanismos y recursos, en términos de impacto sobre las percepciones de la población, son fundamentales para su política. Esto es parte del juego”.
El analista resaltó que “Guyana está respaldado por la Comunidad del Caribe (CARICOM), lo que implica también que Estados Unidos (que ya ha realizado ejercicios militares en la zona con fuerzas guyanesas), puede ser que reaccione de alguna manera para presionar con más firmeza a Maduro”.
El 3 de diciembre, Maduro impulsó un referendo consultivo, apoyado incluso por algunos sectores de la oposición, con solo cinco preguntas, entre ellas una referida a la creación del estado de “Guayana Esequiba”, que fue respaldado mayoritariamente, según el gobierno bolivariano.
Guyana, uno de los países más pobres de Sudamérica, cuadruplicó sus exportaciones de petróleo entre 2020 y 2022, según informes de la agencia estadounidense Bloomberg.