BUENOS AIRES (ANP) El precio de la carne vacuna, que aún mantiene un atraso relativo respecto del resto de los alimentos, tuvo un importante repunte en agosto y, si bien aún faltan los datos de los últimos días de mes, podría cerrarlo con el mayor salto real de desde 2005, según un informe dado a conocer hoy por la Fundación Mediterránea.
En un estudio realizado por Juan Manuel Garzón y Franco Artusso, se estima que los cortes cárnicos en general (bovinos, porcinos, aviares y todos sus productos derivados) aportarán a la inflación del mes entre 3,2 y 4 puntos porcentuales, un desempeño que, sumado a las subas del resto de los bienes y servicios relevados por el INDEC, llevarían al Índice de Precios al Consumidor al mayor porcentaje de por lo menos los últimos 21 años y, si se supera el 10,4% de abril de 20o2, el más alto en más de tres décadas.
«Las consultoras que monitorean la inflación con una frecuencia diaria y semanal están advirtiendo de una importante aceleración del ritmo de crecimiento de los precios en lo que va de agosto», señalaron los investigadores, que relacionaron al fenómeno en gran medida con «la devaluación del día posterior a las PASO y la incertidumbre que ha generado el resultado electoral, pero también con otros factores puntuales, caso del gran aumento mostrado por el precio de la carne bovina».
Si bien no se cuenta aún con estadísticas oficiales que precisen el aumento que ha tenido la carne, «se estima que su precio podría haber llegado a $ 3.100 por kilo hacia fines de la tercera semana de agosto (promediando el valor de 18 cortes), con una variación desde el arranque del mes del orden del 55-60%», indicaron Garzón y Artusso.
Asimismo, por efecto sustitución, advirtieron que «es de esperar que las otras carnes y proteínas animales también hayan tenido aumentos significativos».
Los economistas del IERAL evaluaron el impacto de la carne en el presupuesto familiar, con un gasto medio en proteínas animales que ronda el 8% del gasto total (en el promedio, incluyendo las 3 carnes, chacinados, huevos, hamburguesas procesadas, etc.).
«Tomando este último porcentaje como referencia, y trabajando con un aumento de precios consumidor de este grupo de productos de entre el 40% y 50%, el aporte a la inflación de agosto podría estar en un rango de entre 3,2 y 4 puntos porcentuales», indicaron.
En ese orden, señalaron que «si bien resta la última semana del mes (que definirá si se mantiene o no el salto de precios), es muy probable que en agosto 2023 se observe el mayor salto de precios (en términos reales) de la carne bovina de al menos los últimos 18 años (2005-2023) y por tanto el mayor aporte a la inflación de este producto en la medición de los organismos oficiales».
Garzón y Artusso remarcaron que «por detrás de la fuerte suba de precios consumidor de carne bovina, está un gran aumento en el precio de los animales en pie», con subas de un 70% del novillito en pie entre la tercera semana de julio y la tercera semana de agosto en Cañuelas.