Las expectativas de una inflación creciente incidieron en un aumento de los márgenes de comercialización a lo largo de la Presidencia de Alberto Fernández, con un impacto que llegó a una «inflación adicional» de casi doscientos puntos porcentuales en Prendas de vestir y calzado, de acuerdo con un estudio de la consultora Analytica.
«La tendencia hacia mayores márgenes comerciales sobre los precios de venta final evidencia la influencia creciente de las expectativas inflacionarias. Una situación típica de un régimen de alta inflación», sostuvo al respecto la entidad presidida por Ricardo Delgado.
Para medir ese impacto, Analytica contrastó el Índice de Precios al Consumidor al con el Índice de Precios Mayoristas (IPIM), para comparar los valores pagados en el mercado minorista con los de “a puerta de fábrica” de los productos nacionales e importados, en el caso de los tres principales componentes de Bienes del IPC
(“Alimentos y Bebidas”, “Prendas de Vestir y Calzado” y “Equipamiento para el hogar”) y de sus equivalentes mayoristas del IPIM (“Alimentos, Bebidas y tabaco”, “Textil y Calzado”, y “Máquinas, Aparatos electrónicos, Equipos y Muebles”), representativos del 73% de los bienes finales incluidos en el índice minorista.
En los tres sectores seleccionados «el aumento de los márgenes generó un incremento de 5 puntos porcentuales, en promedio anual, en la tasa de inflación», indicó, destacando «el impacto de las expectativas», ya que el salto de los márgenes durante abril en Alimentos y bebidas y Textil y calzado coincide con el pico de la brecha cambiaria.
Asimismo, «el fuerte incremento en los dólares financieros de junio de 2022 también impactó sobre los márgenes del rubro Equipamiento y mantenimiento del hogar», añadió.
En una simulación sobre lo que habría sucedido si los márgenes de comercialización se hubiesen mantenido en los
niveles de enero de 2020, la consultora advirtió que «la contribución de los márgenes entre enero de 2020 y mayo de 2023 en estos tres sectores implicó una inflación acumulada adicional de de 21,1% (108.3/513,1) en ‘Alimentos y bebidas’, de 28,16% (199/706,5) en ‘Prendas de vestir y calzado’, y de 10,42% (47,1/451,9) en ‘Equipamiento y mantenimiento del hogar'».
Analytica interpretó que «la ausencia de anclas nominales y precios relativos en desequilibrio abrieron la puerta a estos comportamientos en forma generalizada».
«Si bien la inflación es un fenómeno macroeconómico, es evidente que la búsqueda de cobertura a través de mayores márgenes está afectando y retroalimentando su aceleración», planteó, para concluir que «la solución claramente no pasa por mayores controles y sus distintas versiones fallidas sino por un programa de estabilización de precios consistente».