La inflación de junio habría cerrado en 6,8%, de acuerdo con la estimación realizada por la Fundación Libertad y Progreso, y marcaría, por segundo mes consecutivo, una desaceleración en la tasa de variación del índice de precios al consumidor.
De la variación de los principales rubros, se desprende que hubo una mayor alza de precios y tarifas de servicios que de bienes, por las alzas en servicios de medicina prepaga, gas, electricidad y telecomunicaciones.
La inflación acumulada en los primeros seis meses del año es de 51,9% (vs 36,2% acumulado durante mismo período del 2022). Por su parte, la variación interanual asciende a 117,3%, acelerándose con respecto a la variación interanual del mes anterior (114,3%).
«Esto no necesariamente significa una desaceleración en la inflación», advirtió LyP, que aclaró que «en el segundo trimestre del año la estacionalidad de precios juega a favor, por lo que el IPC suele registrar variaciones mensuales menores a la de marzo».
«Que el índice de precios de junio sea menor al de mayo está dentro de lo esperable manteniendo la misma velocidad crucero de la inflación subyacente. El aspecto más sobresaliente y que sorprendió al mercado fue el dato de inflación de abril (8,4%) que hasta ahora es el récord de los últimos 21 años», agregó.
El rubro Alimentos y bebidas no alcohólicas quedó por debajo del índice general, aumentando 6,2% y sigue una tendencia a la baja, pero se destacan fuertes aceleraciones en los servicios: “Medicina” (10,1%) y “Transporte” (7,2%). Ambos con incidencias de 0,9 punto porcentual.
Para julio, LyP prevé una nueva aceleración, «no solo por la propia estacionalidad del mes, sino también por un nuevo ajuste en los precios regulados que tendrá incorporado el aumento del transporte público, combustibles, prepagas, educación, entre otros».
El economista Santiago Casas indicó que “con la política monetaria actual es imposible que la inflación interanual baje. Hace rato que la emisión no es solamente un problema porque financia al Tesoro; también financia la deuda remunerada del Banco Central. El sendero de inflación hoy está dado, como mínimo, por la emisión monetaria necesaria para pagar los intereses de las Leliqs y los pases. Si calculamos el promedio ponderado de las tasas de interés efectivas anuales que rinden estos instrumentos, el número nos da 152,7%. Con lo cual, sin reformas estructurales ni cambios abruptos en la demanda de dinero, hoy la foto nos dice que la inflación anual convergería a este valor”.
Su colega Lautaro Moschet sostuvo que “a pesar de que sea una buena sensación de que la inflación mensual muestre una variación inferior a la del mes anterior, debe tenerse en cuenta que anualizando la inflación de 6,8%, tendríamos 120% de inflación en 12 meses. Es decir, que la tendencia sigue siendo creciente incluso en un caso optimista. Además, en julio comenzaremos a ver una reversión de la tendencia no solo por el factor estacional, sino que también debido a la creciente incertidumbre que genera la cercanía con las elecciones y su repercusión en la demanda de dinero”.