El nivel de ejecución del gasto devengado de la Administración Pública Nacional (APN) bajó en los primeros cinco meses de 2023 al 36,1%, registrando un descenso de 14.6 puntos porcentuales respecto del 50,7% del mismo período del año pasado, con una reducción en todos los conceptos.
De acuerdo con el análisis de la Oficina de Presupuesto del Congreso, los programas sociales (41,1%), los gastos en Políticas Alimentarias (62,8%), Potenciar Trabajo (51,6%) y las becas Progresar (44,4%) fueron los que presentaron elevados niveles de ejecución.
También se destacaron los subsidios al transporte (44,4%), las transferencias a universidades (42,8%) y los intereses de la deuda (41%).
Con respecto a la Prestación Alimentar, cabe mencionar que el Congreso determinó un monto adicional al crédito, en oportunidad de sancionar la Ley, que aún no ha sido otorgado.
Por el otro lado, con niveles de ejecución más moderados, se ubicaron los bienes y servicios (27,4%) y los gastos de capital (27,2%).
“En la baja ejecución del gasto influyen la adquisición de vacunas contra el COVID-19 (12%) y los gastos de consumo del proceso electoral (24,8%)”, destacó la OPC.
En la menor ejecución de los gastos de capital, impactó la reducción de transferencias a empresas públicas (25,2%) y a fondos fiduciarios (25%) y también una menor inversión financiera, dado que aún no se han efectuado los aportes de capital previstos para la Corporación Andina de Fomento por $25.189 millones.
En la comparación interanual debe tenerse en cuenta que en 2022 regía la prórroga del Presupuesto del ejercicio 2021, circunstancia en la que por lo general en nivel de ejecución del gasto es mayor que en los años en los que se aplica el Presupuesto sancionado por el Congreso para ese año.