Buenos Aires, (ANP) – La férrea negativa del gobierno a emitir billetes de mayor denominación para disimular los efectos de la inflación está impulsando al público a usar cada vez mas sus tarjetas y visitar cada vez menos los cajeros automáticos, según revela un reporte de la empresa Prisma.
De acuerdo con el Índice Prisma Medios de Pago del Primer Trimestre 2023 las extracciones por cajero cayeron 4,5 puntos respecto de igual período del año pasado.
Por otro lado, las operaciones con medios de pago crecieron: 22,44% con tarjetas de crédito y 6,27% las de débito.
El Índice Prisma Medios de Pago es un estudio de mercado argentino que utiliza como base la información estadística que cuenta la empresa a partir de los diferentes productos que administra.
El reporte indica que entre enero y marzo de este año el 56% del volumen de operaciones con débito estuvo relacionado a compras, el 4% a extracciones de dinero en comercios (supermercados) y el resto, un 39%, fueron extracciones por cajero. En el primer trimestre del 2022 representaban el 43.6% del volumen operado.
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Durante el período las extracciones por dispensadores cayeron 9,96% respecto del último trimestre del 2022 y 0,40% con relación al primero del 2022. En tanto, ganó terreno la extracción en comercios,que creció 12,68% respecto del primer trimestre del año pasado aunque con una baja del 5,53% en relación al cierre del 2022.
El mayor uso de débito y plásticos para hacer transacciones se asocia al incremento de la inflación de manera acelerada y la negativa del gobierno por imprimir billetes de mayor denominación.
Actualmente, el billete más alto de $1000 pesos representa algo más de 2 dólares al tipo de cambio libre que apenas alcanza para hacer alguna compra pequeña de kiosko.
Pero los datos indican que la gente está contrarrestando ese efecto mediante los pagos electrónicos, y así evitar ir a los cajeros y salir con abultados volúmenes de billetes que circulan muy rápidamente.
Recientemente, los directivos de la Asociación de Bancos de la Argentina (ABA) y de la Asociación de Bancos Argentinos (ADEBA) enviaron una nota al Banco Central planteando la crítica situación que atraviesan porque carecen de espacios de tesoros para custodiar de manera segura dinero en efectivo.
Los cajeros automáticos, según normas técnicas, tienen cuatro gavetas con capacidad para 2000 billetes cada una, por lo que si se los completa íntegramente con papeles de $1000 el máximo que pueden dispensar es 8 millones. En general, los bancos los reponen con billetes de $1000 y de $500.
Los problemas que genera el efectivo no son nuevos: desde hace ya varios años ha generado conflicto entre las empresas de medios de pago y los locales al público que se dedican al cobro de servicios públicos e impuestos. El mayor movimiento de dinero requiere de mayor uso de camiones de caudales y de espacios en bóvedas de seguridad, que generan tensión, porque son costos incrementales.
Julián Ballarino, Head de Relaciones Institucionales de Prisma Medios de Pago, señaló que “se mantiene la tendencia de crecimiento en el uso de la tarjeta de débito para compras en detrimento de la extracción de efectivo”. “Continúa el crecimiento de extracciones por comercios por su capilaridad, seguridad y comodidad para los usuarios”, comentó.