Los préstamos los préstamos al sector privado alcanzaron al 2 de marzo un monto de $8,3 billones, lo que representa solo 32% del total de depósitos en el sistema financiero, la proporción es la más baja desde el año 2004, según el análisis dado a conocer hoy por la Fundación Libertad y Progreso.
“Desde el máximo alcanzado en diciembre de 2017 (64,7%), la proporción de los depósitos asignada el crédito privado sostuvo una tendencia descendente”, con una caída de 32,7 puntos porcentuales, agregó la entidad, que atribuyó esa baja a que “el crecimiento del gasto público exigió cada vez más financiamiento, lo que llevó a que el Estado absorbiera cada vez más crédito y desplazara la participación del sector privado”.
Al respecto, indicó que “cuanto menor sea el crédito disponible, mayor será el costo a pagar por empresas e individuos para reponer capital y llevar adelante nuevas inversiones” lo que llevará a un “bajo o nulo crecimiento económico en el mediano y largo plazo”.
“Este alto nivel de absorción tiene su correlato con las necesidades de financiamiento del déficit fiscal y la deuda remunerada del Banco Central, que ya alcanza el 200% de la base monetaria”, explicó.
Santiago Casas, economista de la Fundación, advirtió que “la desigual competencia del Estado y el BCRA por el crédito bancario desincentiva que los bancos comerciales deriven una mayor parte del crédito hacia el sector privado”.
Su colega Emilio Prado dijo que “Las consecuencias de un Estado irresponsable en el manejo de sus cuentas y su sed de financiamiento, se ve reflejada en una continua caída en la participación del sector productivo del país al momento de conseguir crédito en el sistema financiero”.
El economista jefe de LyP, Eugenio Marí, sostuvo que “el problema argentino es doble”, ya que “el sistema financiero es muy pequeño: alrededor de 14% del PBI; un décimo del promedio mundial” y por otra parte “de este crédito disponible el sector público cada vez absorbe una mayor parte”.
“Esto deja al sector privado cada vez con menos crédito disponible, y frena la inversión”, remarcó.
Aldo Abram, director de la Fundación, consideró que “todos los gobiernos prometen ampliar el crédito para producir, invertir o consumir. Sin embargo, luego implementan políticas que aumentan la incertidumbre o, como la inflación, desincentivan el ahorro en el mercado local, achicando el financiamiento disponible”.