Buenos Aires, (ANP) – Analistas privados anticipan que el Banco Central se verá forzado a subir las tasas de interés debido a que la inflación núcleo se habría disparado en febrero por encima del nivel general.

De acuerdo con estimaciones de la consultora Ecolatina en las dos primeras semanas de febrero la inflación núcleo se ubicó por encima del 7%, mientras que el índice general en el Gran Buenos Aires se ubica en el 6%.

«La aceleración de más de 2 puntos en esta categoría le estaría restando un argumento a la autoridad monetaria para seguir manteniendo la Tasa de Política Monetaria (6,3% de Tasa Efectiva Mensual) en estos niveles si busca un colchón de tasa real positiva más robusto», sostiene Ecolatina.

El informe indica que el IPC GBA Ecolatina mostró un crecimiento del 6,1% entre la primera quincena de febrero y el mismo periodo de enero, dando cuenta que el rebote inflacionario de enero se estaría consolidando. En este sentido, la categoría que más creció fue el IPC Núcleo (+7,3%).

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El pasado jueves el Directorio del BCRA decidió mantener la TPM en función de que la inflación núcleo de enero se había mantenido en el 5,4%.

«La aceleración mensual en el ritmo de aumento del IPC se explicó casi en su totalidad por aumentos en las categorías Estacionales (fundamentalmente verduras y turismo) y Regulados (especialmente transporte, gas y comunicación), mientras que la inflación Núcleo, que refleja el comportamiento más tendencial del nivel general de precios, se ubicó en un nivel similar al de
diciembre (5,4%, +0,1 p.p.)», informó el BCRA. 

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Ecolatina señala que «hacia adelante, distintos factores seguirán presionando sobre una inercia inflacionaria difícil de desarmar en el corto plazo».

Entre ellos, menciona el impacto de la sequía sobre el precio de algunos alimentos; el traslado al consumidor del ajuste en los precios de la hacienda vacuna; la dinámica de los ajustes salariales en un año de elecciones; los incrementos pendientes en las tarifas de servicios públicos; un crawling peg cambiario más alineado con la inflación; las restricciones sobre las importaciones y tensiones sobre la brecha y las expectativas de devaluación en medio de la transición electoral.

Como contrapeso, señala que «el amplio set de acuerdos de precios instrumentados por el Gobierno con distintos sectores productores de bienes y servicios bajo el paragua de Precios Justos -renovados y ampliados este mes hasta junio inclusive-, junto con la ausencia de shocks como los ocurridos el año pasado (guerra en Ucrania, renuncia de Martín Guzmán) que permitan mantener contenida la brecha cambiaria, podrían contribuir a moderar la inercia y las expectativas de inflación, aunque no sustancialmente».