La inflación de alimentos interrumpió la tendencia a la baja de las últimas semanas de diciembre y arrancó el año con una suba de 2,29% en la primera semana de enero, el mayor nivel en tres meses, de acuerdo con el relevamiento dado a conocer hoy por la consultora LCG.
El nivel contrasta con el 0,83% de la cuarta semana de diciembre y mucho más con el 0,18% de la tercera, agregando un motivo de preocupación en filas oficiales, donde el índice de 4,9% de noviembre había sido considerado como el inicio de un descenso en línea con el propósito del ministro de Economía, Martín Guzmán, de alcanzar un promedio mensual del 3% a partir de abril.
Ese objetivo parece cada vez más lejos de concretarse, no sólo por el repunte en alimentos sino por las subas en diferentes servicios, como el reciente aumento del 40% en las tarifas de colectivos y trenes en el Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA).
Otro elemento para seguir con atención es el precio de la carne, que «ayudó» en los últimos meses a contener los índices de precios, pero que a su vez acumula un retraso que podría derivar en importantes incrementos en el corto o mediano plazo.
La suba de la primera semana representó un repunte de 1,46 punto porcentual respecto de la previa, en tanto la medición mensual (en rigor, el acumulado en las últimas cuatro semanas), presentó una inflación promedio del 3,8%, que llegó al 4,7% en la evaluación punta a punta.
Seis rubros tuvieron alzas superiores al 2,29% semanal: Frutas (8,2%), Comidas listas para llevar (5%), Verduras y Condimentos y otros productos alimenticios (ambos con 3,3%), Productos lácteos y huevos (2,6) y Bebidas e infusiones para consumir en el hogar (2,5%).
En la medición mensual, el 3,8% general fue superado por cinco rubros: Frutas (12%), Verduras (9,1%), Productos lácteos y huevos (5,1%), Productos de panificación, cereales y pastas (4,2%) y Condimentos y otros productos alimenticios (4,1%).