BUENOS AIRES, (ANP).- “Los penales se convierten, los tries se consiguen”. Tal vez en esa “frase hecha” del Rugby se apoyó el triunfo de Los Pumas sobre Inglaterra por 30 a 29 en Twickenham.
Falta 10 meses para el Mundial de Rugby en Francia, y el equipo que comanda el australiano Michael Cheika demostró hoy, sin sobrar nada, la practicidad a la hora de jugar contra un rival que, en los papeles, parecía muy superior.
En el primer tiempo el equipo de “La Rosa” tuvo el 65% de la posesión del balón, y jugó casi todos los 40 minutos en campo de Los Pumas. Sin embargo, eso no se tradujo, como podría suponerse, en un abultado resultado a su favor, apenas cuatro puntos, tres de ellos conseguidos en un discutible penal en el minuto 39.
Argentina supo defender y tuvo en los pies de Emiliano Boffelli (foto) la contundencia que necesitaba en cada penal que el rival otorgó.
En el segundo tiempo, el equipo argentino supo aprovechar los errores ingleses y enhebrar dos tries consecutivos, pero lo propios yerros, y el oportunismo, le permitieron al rival ponerse otra vez arriba en el marcador.
El partido se hizo más parejo en la posesión del balón y el terreno, y en ese marco es que Los Pumas supieron “emparejar” también el scrun, una formación que habían sufrido en el primer tiempo. Y ahí, una vez más, supo aprovechar los penales que le “provocó” a los ingleses, y Boffelli convirtió.
Incluso, en los últimos tres minutos podría haber ampliado la diferencia pateando “a los palos” , pero decidieron ir a Line, para tener el balón lejos de la propia meta.
Fue un triunfo justo, merecido, que marcó lo que Cheika quiere de este equipo: pocos errores y capitalizar los ajenos. Y cuando hay tiempo y lugar, lanzarse a jugar.