BUENOS AIRES (ANP).- Para algunos, será una forma de reivindicar a uno de los sectores más postergados de la población, pero para otros no es más que un manotazo de ahogado al mejor estilo argentino, como cuando el exministro Amado Boudou llevó a la expresidenta Cristina Kirchner la fabulosa idea de hacerse de los fondos de las AFJP para financiar el déficit cada vez más abultado del Estado.
Ahora, es el presidente chileno Gabriel Boric el que empieza a avanzar en lo que ya había anticipado como uno de los ejes de su gestión. El mandatario, que por cierto viene de perder un plebiscito con el que pretendía imponer la reforma de la Constitución, ahora va por el sistema de las Administradoras de Fondos de Pensiones (AFP) que tantos elogios cosechó cuando se inauguró, allá por 1981.
La realidad es que pensiones son bajas para muchos de los jubilados y pensionados chilenos, y el Gobierno de Boric decidió apuntar hacia allí, quizás para revitalizar la gestión presidencial, que se encuentra en un bajísimo nivel de aprobación.
Boric (foto) anunció anoche por cadena nacional un proyecto para efectuar una profunda reforma en el sistema previsional, que pasaría a ser mixto pero no con las actuales AFP sino con nuevos gestores de inversión privados que se concentrarían en invertir los fondos previsionales, a los que se sumaría una administradora pública, abocada a aumentar la rentabilidad.
Desde la asociación que agrupa a las AFP chilenas señalaron que la reforma planteada por Boric implica un enorme retroceso con respecto a lo que la ciudadanía espera, según un comunicado publicado por el sitio SWI.
Según informa el sitio, la presidenta de la Asociación, Alejandra Cox, advirtió que la irrupción de un ente público coarta la libertad de cada afiliado de elegir a quién le entregará sus ahorros previsionales, además de crear incertidumbre sobre los criterios que se aplicarán para invertir los ahorros.
En buen criollo, se sobreentiende que lo que Cox estaría sugiriendo es que tratándose de gobiernos socialistas, afectos a excederse en los planes de ayuda social para compensar la falta de competitividad del país y asegurarse votos, este proyecto planteará grandes riesgos en cuanto al uso que se le dará a los ahorros previsionales.
Para tener una idea basta recordar las buenas épocas de Cristina Kirchner como presidenta, cuando el dinero de la Anses se utilizó para infinidad de dádivas, por ejemplo para financiar a grandes empresas a cambio de mantener precios, cantidad de empleados, producción o lo que fuera.
Sin embargo, a pesar de las quejas de las AFP, es un hecho que la reforma previsional fue uno de los reclamos y protestas que se vieron en 2019 y que ahora Boric intentará librar su batalla, que ya fue dada por otros dos de sus predecesores, sin éxito.
La pelea, de hecho, ya comenzó en Twitter, donde los usuarios se lanzaron a apoyar dos hastag antagónicos, el #ConMiPlataNO y el #NoMasAFP. La letra chica se conocerá recién la semana que viene cuando el proyecto llegue al Congreso, y ahí comenzará una discusión que sin duda tendrá en cuenta el humor de la calle.