Con una fuerte incidencia de los alimentos, la indumentaria y el transporte, el Índice de Precios al Consumidor de la Ciudad de Buenos Aires registró en septiembre un incremento de 5,6%, acumulando en los primeros nueve meses del año una suba de 61,6%.
El informe de la Dirección General de Estadística y Censos porteña indicó también que la inflación interanual se ubicó en 78,4% (+3,8 puntos porcentuales por encima del mes previo).
La inflación para todo el país se dará a conocer este viernes y de acuerdo con las expectativas de la mayoría de las consultoras el porcentaje será superior a la marca registrada en CABA.
«Alimentos y bebidas no alcohólicas, Vivienda, agua, electricidad, gas y otros combustibles, Transporte, Prendas de
vestir y calzado y Restaurantes y hoteles, que en conjunto explicaron el 73,7% del alza del Nivel General», explicó la DGEyC en un comunicado.
Al respecto, el rubro Alimentos y bebidas no alcohólicas promedió una suba de 7,1%, contribuyendo con 1,26
punto porcentual de aporte a la variación mensual global. Al interior de la división, los principales impulsos provinieron de Verduras, tubérculos y legumbres (14,3%), Carnes y derivados (4,8%), Leche, productos lácteos y
huevos (6,7%) y Pan y cereales (5,6%).
Vivienda, agua, electricidad, gas y otros combustibles registró un alza de 6%, con una incidencia de 0,98 pp en el Nivel General, al impactar principalmente las subas en los precios de los alquileres y en los valores de los gastos comunes de la vivienda.
Transporte aumentó 8,8% e incidió 0,91 pp, por incrementos en los precios de los pasajes aéreos. Le siguieron en importancia, las subas en los valores de los combustibles y lubricantes para vehículos de uso del hogar y la actualización en la tarifa del taxi, que entró en vigencia el 10 de septiembre.
Prendas de vestir y calzado promedió una suba de 9,3% con una incidencia de 0,55 pp, como resultado del comportamiento estacional de la división.
Restaurantes y hoteles aumentó 4,1%, con una incidencia de 0,44 pp, por alzas en los precios de los alimentos preparados en restaurantes, bares y casas de comida. En sentido contrario, las caídas en las tarifas del servicio de alojamiento en hoteles contribuyeron a quitar presión sobre esta división.