Bolsonaro encendió la máquina de dinero para atraer a los gobernadores de Sao Paulo, Minas Gerais y Rìo de Janeiro y poner a buscar votos a sus principales líderes barriales, los pastores evangelistas.
No se trata apenas de ganar el 1,6 punto que falta para Lula. No se trata apenas de matemáticas porque el bolsonarismo movió la montaña y hay una avalancha en curso. Pasen y escuchen.