La cotización del dólar acumula ya veinte meses consecutivos corriendo por detrás a los precios y sin no median «grandes cambios», los actuales niveles de inflación «son bajos respecto a los que se verán en el futuro», aseguró hoy la consultora LCG.
«Durante los últimos 2 años el dólar cada mes se movió por detrás de los precios, un desequilibrio que tendrá que ser compensado», advirtió la entidad en su último Panorama Monetario y Financiero, en el que señaló que «dólar y tasas
deberán converger a un nivel más alto».
Al respecto, indicó que «demorar en dicha corrección sólo es diferir ese ajuste pero con un costo alto: perder ese tiempo ahogados en un estancamiento que sólo produce un atraso de nuestro país en relación al mundo».
«Por lo pronto, y a la luz de las nuevas regulaciones, parece que la apuesta del Ejecutivo es por esforzarse en controles para evitar el salto cambiario, pero aún queda la duda de si puede ser evitable por más de un año de gobierno que le queda al oficialismo», evaluó la consultora dirigida por Guido Lorenzo.
Sin embargo, consideró que «no será sostenible seguir en la tónica de un tipo de cambio corriendo por detrás de los precios» después de veinte meses consecutivos, «de no mediar grandes cambios».
«Si ese es el caso, los niveles de inflación que se registran actualmente son bajos respecto a los que se verán en el futuro», alertó, en base a la experiencia argentina de décadas, en las que los períodos de apreciación cambiaria son seguidos por altas subas en los precios.
LCG remarcó que «los ratios de circulante y base monetaria se encuentran en mínimos históricos» en porcentajes de PBI e interpretó este fenómeno en que «la inflación está provocando un efecto negativo en la demanda de liquidez».
«Cualquiera sea la explicación, la menor demanda de liquidez provoca un aumento de los pasivos remunerados que ya superan los 11 puntos del PBI. Esta dinámica creciente de los pasivos remunerados se dio incluso en un mes donde un tercio de lo emitido lo absorbió la venta de divisas del BCRA», planteó.
«Así, se sigue deteriorando el balance del BCRA, donde acumula en forma creciente su pasivo remunerado al tiempo que caen las reservas de su activo», sostuvo, al tiempo que puso de manifiesto que las reservas netas, en un nivel de unos US$ 800 millones y que, aseguró, «no alcanza ni a cubrir una semana de importaciones».
«El equipo económico tiene que decidir cómo resolverá la escasez de divisas que ya amenaza no sólo con el incumplimiento de la meta de acumulación de reservas del FMI, sino con la imposibilidad de sostener el nivel actual de actividad», remató LCG.