BUENOS AIRES (ANP).- Flanqueado por la vicepresidente Cristina Kirchner y el jefe de Diputados, Sergio Massa, el presidente Alberto Fernández abrió las sesiones legislativas de 2022 con un llamado a la paz, para meterse de lleno en la situación de la economía nacional y con renovadas críticas a la oposición.

Entre sus principales definiciones, resaltó el llamado del jefe de Estado a avanzar hacia un empleo formalizado y de calidad que reemplace a futuro la asistencia estatal, a la vez que confirmó que no habrá una reforma laboral ni previsional, y tampoco «tarifazos».

Durante su discurso, Fernández hizo hincapié en el problema de la informalidad en la Argentina y señaló que, si bien el Estado seguirá estando presente y dando ayuda para los sectores que lo necesiten, «es hora de que vuelvan paulatinamente al empleo forma y que puedan ir prescindiendo de los planes sociales».

También sostuvo que es necesario registrar las actividades de las economías populares, dotarlas de crédito y que el «Estado compre sus insumos, que haga partícipes a cooperativas de trabajo en las pequeñas obras públicas».

El mandatario aprovechó el momento para apuntar contra la oposición por trabar la aprobación del presupuesto 2022, y para cargar nuevamente contra el gobierno anterior por el endeudamiento con el Fondo Monetario Internacional, y anunció además que el gobierno de China “ha accedido a nuestro pedido de ampliación y uso del Swap”.

El ataque de Rusia a Ucrania también tuvo una mención importante en el discurso presidencial, que fue precedido por un minuto de silencio por las víctimas del pueblo ucraniano.

“Este el momento preciso en que debemos darle una oportunidad a la paz”, dijo el presidente en su discurso en la 140° apertura de sesiones ordinarias del Congreso. «La paz del mundo se altera por la invasión militar de la Federación de Rusia sobre Ucrania, Europa se conmueve mientras el fantasma de una guerra vuelve a levantarse”, remarcó.

“Si el mundo no comprende que es este el momento preciso en que debemos darle una oportunidad a la paz y que debemos construir nuevas reglas que saquen de la postergación a los millones de desposeídos que apenas sobreviven, otra vez la humanidad estará siendo condenada a padecer la indecencia de los poderosos”, reflexionó.

Acuerdo con el FMI

El presidente también se refirió al principio de acuerdo con el FMI y reiteró que no significará nueva deuda y que los pagos se iniciarán en 2026 para terminar en 2034”, acompañado de “una expansión en infraestructura, inversiones en ciencia y tecnología y en políticas sociales”.

Fernández confirmó que el entendimiento con el organismo multilateral del crédito estará en los próximos días en el Congreso y que eso pone “en un camino transitable para nuestro país con mayor previsibilidad, certezas y visión de futuro”.

“Nosotros elevaremos los documentos que constituyan el Acuerdo al Congreso de la Nación con la totalidad de los detalles. Necesitamos que nos acompañen y apelo así al compromiso nacional de todos y todas”, pidió.

El mandatario aseguró que el acuerdo se dará “sin políticas de ajuste y con incremento del gasto real en todos los años del programa”.

Otras frases destacadas:

FMI. “El dinero que ingresó de ese préstamo no fortaleció las reservas del Banco Central porque fue enteramente utilizado para pagar deuda externa insostenible y financiar la fuga de capitales. No quedó nada del dinero recibido en Argentina. Ni un puente ni una carretera. Sólo nos quedó una deuda externa impagable”.

“El acuerdo con el staff del Fondo Monetario Internacional para llevar adelante un programa que nos permita refinanciar la deuda con ese organismo; es un nuevo paso en este tema, que no es el primero y no será el último”.

“El nuevo acuerdo no acumulará nueva deuda a la ya tomada por el gobierno anterior. Es una refinanciación de aquél préstamo que nos permite no usar en estos años recursos nacionales para pagar los compromisos”.

“Se usará dinero del propio FMI que empezará a pagarse dentro de 4 años y medio. Podremos utilizar ese tiempo para que semejante carga de deuda no detenga el crecimiento. El acuerdo no resuelve el problema de la deuda externa, pero da un paso importante en esa dirección”.

“Este acuerdo no contempla restricciones que posterguen nuestro desarrollo, a diferencia de otros que la Argentina firmó en el pasado”.

“La reducción gradual del déficit será compatible con una expansión moderada del gasto primario real que permitirá apuntalar la fuerte recuperación económica en curso”.

Jubilaciones. «La edad jubilatoria no será alterada. Jubilarse es un derecho y se debe respetar a rajatabla. Si por el motivo que fuere una persona deseara continuar trabajando después de cumplir la edad que establece la ley, nadie, en principio, debería obligarla a retirarse”.

Inflación. “El mayor problema que tenemos, la inflación, es multicausal. Y es nuestra responsabilidad atender todas sus causas”.

Gasto. “Seguiremos la senda de ordenar las cuentas públicas sin condicionar nuestras políticas de justicia social”.

Subsidios. “Vamos a segmentar los subsidios para lograr niveles de tarifas razonables, con justicia y equidad distributiva para los servicios públicos de gas y electricidad. Por eso, en principio, apuntamos a que el 10 % de mayor capacidad económica deje de ser beneficiario de subsidios”.

“Mientras alguien la necesite, la asistencia del Estado seguirá presente. Pero es hora de que los argentinos y argentinas que puedan hacerlo, vuelvan paulatinamente al empleo formal y puedan ir prescindiendo de los planes sociales”.

 

Por NP