BUENOS AIRES, JUL 31 (ANP) – Agustín Rossi tuvo que salir a decir que no se enteró por televisión de su desplazamiento como Ministro de Defensa por ser pre-candidato a Senador por Santa Fe, en otro jalón de su lcarrera política plagada de sinsabores.
Rossi saltó a la política “grande” en el 2015. Cuando luego de ser consejal en Rosario, se postuló a Diputado Nacional por Santa Fe como “el candidato de (Néstor) Kirchner” en las elecciones legislativas de ese año.
Ya en ese comicio salió segundo. Obtuvo el 33% de los votos, por debajo del 43% del socialista Hermes Binner. Sin embargo, Néstor Kirchner vio en él un ladero incondicional, que no podría reclamarle nada a cambio, y lo puso como jefe de la bancada de Diputados del Frente para la Victoria, ante la sorpresa de todos.
Dos años más tarde, volvería a tener un traspié en las elecciones internas donde disputó con Rafael Bielsa quién representaría al peronismo en Santa Fe.
El hoy Gobernador Omar Perotti, apoyó, un tiempo, su candidatura, pero las encuestas “no daban” y “en favor de la unidad” dejó la lista de Rossi para pasarse a la de Bielsa.
A pesar de esto, Rossi apostaba a que la figura de Néstor Kirchner le bastaría para ganar las internas, y no se bajó de la candidatura. El resultado fue que Bielsa le ganó las internas, pera luego perder la gobernación a manos de Hermes Binner.
Sin embargo, eso no hizo mella en su desempeño como Jefe de la bancada del FpV en la Cámara Baja. Por tener la primera minoría, cerraba todos los debates en discursos no exentos de chicanas y “golpes bajos” para quienes se oponían o tuvieran un mínimo de crítica a la posición oficial.
Una muestra de eso fue, en el 2008, su cierre en el debate de la Resolución 125 que buscaba poner retenciones móviles a las exportaciones de agro.
Reconoció años después que ese debate dejó a muchos gobernadores y legisladores peronistas “afuera” de la posición que llevaban adelante Néstor y Cristina Kirchner (está ya en su primer período presidencial) pero destacó que eso dio lugar a un mayor compromiso político con lo que luego se denominó “el kirchnerismo”.
Con esos antecedentes, y en medio del proceso de re-elección de Cristina Kirchner, Rossi, insistió en el 2011 en ser candidato a Gobernador de Santa Fe. Esta vez, y con todo el apoyo oficial, le ganó las internas a Omar Perotti, y a Rafael Bielsa, pero volvió a perder ante el socialismo, que llevó como candidato a Antonio Bonfatti,
Algo se rompió en ese momento. Más allá de haber compartido con Cristina el dólor por la muerte de Néstor Kirchner en el 2010 en Santa Cruz, la mandataria lo alejó de la jefatura de la bancada en el 2013 y lo hizo recalar en el Ministerio de Defensa a finales de mayo, antes de las elecciones legislativas de ese año.
Como “buen soldado” de la causa, aceptó el nombramiento. En un país con escasos fondos, o donde el dinero público se destina “para otra cosa”, lo cierto es que Rossi bregó por equiparar las maltrechas fuerzas armadas.
Sin embargo, su paso quedó signado por el robo sistemático de armas en unidades militares, como el caso de un misil TOW-2 y de 160 fusiles FAL, muy requeridos por los “piratas del asfalto” porque sirven para perforar el vidrio anti-balas de un camión blindado.
Con la derrota en los comicios legislativos del 2013 y la imposibilidad de Cristina de acceder a una re-reelección, su nombre comenzó a circular dentro del kirchnerismo para ser el sucesor de la mandataria. Pero como se sabe, ella ungió a Daniel Scioli para esa tarea, con el resultado ya por todos conocidos.
Volvió a la Cámara de Diputados en el 2017 y volvió a ser el Jefe de la Bancada de un Kirchnerismo que trataba de no ceder ante “la ola amarilla” que había ganado las elecciones legislativas de medio término.
En diciembre de ese año se destacó, entre otros diputados, por su vehemencia y hacer cualquier tipo de tropelía para evitar la sesión en que se modificó la ley que reajustaba las jubilaciones.
Incluso se lo nombra como el autor de la “Doctrina Rossi” por la cual, el oficialismo es el que debe garantizar el quorum de la sesión, más allá de que la oposición este de acuerdo con el tema a tratar.
Esbozó su intención de ser presidente en el 2019, pro otra vez Cristina posó sus ojos, y su dedo, en otro candidato, esta vez, su ex jefe de Gabinete, Alberto Fernández.
Volvió a la gestión pública como Ministerio de Defensa, desde el cual repartió comida en los primeros meses de cuarentena.
La llegada de las elecciones a Senador por Santa Fe volvieron a abrirle el apetito. Se vio ocupando un lugar en la Cámara Alta, donde las discusiones tienen un nivel más elevado que en diputados.
Pero otro vez la pileta estaba sin agua. Alberto y Cristina apoyaron, tal vez por “lealtad” a la lista oficial de Perotti, quien no quiso saber “nada” con la incorporación de Rossi o de su gente.
En una pelea solo comprable a la que mantiene Juntos por el Cambio en la provincia de Buenos Aires, entre Facundo Manes y Diego Santilli, el ahora ex Ministro de defensa dijo; «A mí me parece una vergüenza que el gobernador (Perotti) sea candidato a senador suplente. Es una tomada de pelo para los santafesinos. Se pone en un lugar pensando en cuál va a ser su futuro personal en 2023».
«Perotti nunca fue un defensor de las ideas de Néstor y de Cristina. Cuando fue senador por la provincia de Santa Fe votó la ley del acuerdo con los Fondos Buitre, y de habilitar el allanamiento al departamento de Cristina solicitado por (el juez Claudio) Bonadio», cuestionó.
Desde Perú, y en un reportaje a C5N, Fernández anunció el miércoles que todos los funcionarios que disputen cargos electorales, deberán renunciar a sus cargos, algo que no solo alcanzó a Rossi, sino también a Daniel Arroyo, y Victoria Tolosa Paz, algo que hasta ese momento, ninguno tenía previsto,
Un día más tarde, en declaraciones radiales, aseguró que se “había enterado por televisión” de esa regla no escrita, pero a la tarde, ante las cámaras de tv y con Luis Novaresio, dijo “no me echaron por televisión”….¡pobre Rossi”.