BUENOS AIRES, jul 8 (ANP).- La Selección Argentina puede ganar o perder con cualquier rival, y no porque “son las cosas del fútbol”, sino por es un equipo “más o menos”, el cual, en un buen día, puede vencer a Brasil, pero también puede caer ante Colombia. (*)
Que quede claro. Como dijimos desde estas mismas líneas, Argentina es un equipo que juega “al trotecito y con destino incierto”.
Solo tres jugadores sobresalen del resto, por talento, actitud y continuidad en sus rendimeintos. El arquero, Damián “Dibu” Martínez, toda una revelación a sus 28 años, Cristian “Cuti” Romero, por su seguridad en la zaga central cuando no está lesionado y puede jugar, y por supuesto, Lionel Messi, el mejor jugador de los últimos 14 años.
El resto, son todos intercambiables. Pueden jugar bien un partido y al otro desaparecer, como el caso de Rodrigo de Paul, o hacerlo en un mismo partido, tal el caso de Giovanni lo Celso.
En esta “medianía” de grandes actuaciones, regulares, o intrascendentes, un párrafo aparte merece el gol que se perdieron ante Colombia, y en ocasiones sucesivas, Ángel di María y Lautaro Martínez, el cuál, si se da en un partido de oficinistas, es recordado entre risas e insultos por toda la eternidad.
Todo apunta a que “Cuti” Romero no se recuperará de la rodilla y no será de la partida, así que habrá que volver a intentar con Germán Pezzella y Nicolás Otamendi, que no le sacan mucha diferencia a Martínez Quarta o a otro suplente que esté por ahí dando vueltas.
Enfrente llega Brasil que no tendrá “funcionamiento de equipo” pero tiene un par de jugadores que se entienden entre si, como el caso Lucas Paquetá y Neymar, en el ataque, o “el cuadrado” que forman Marquinhos y Thiago Silva en la zaga central, junto a Fred y Casemiro (el cerebro del equipo) en el mediocampo.
Claro está que ningún rival es invencible. Brasil se vio en apuros cuando Chile le tiró centros cruzados, o Perú se animó a ir por más. Cuando los “raspan” en el medio, y la pelota sale sucia, varios integrantes de la “verdeamarela” tienden a no ser tan efectivos. Y las dudas crecen.
César Menotti (foto) dijo alguna vez que “el fútbol es contagio“, porque “cuando un equipo gana, hasta el más cagón la pide y sale jugando. Lo difícil es cuando vas perdiendo y no conseguís la pelota”. Habrá que esperar a si Messi y Rodríguez, ambos en los extremos del equipo, logren contagiar de entusiasmo a sus compañeros.
(*) Un agradecimiento especial al DT de Colombia por no haber puesto a Cardona desde el comienzo del partido