Buenos Aires, abr 6 (ANP) – Los legisladores del Frente de Todos lograron imponer su criterio. Dieron por terminado el proyecto de aumento del impuesto a las Ganancias para las empresas que había elaborado Mercedes Marcó del Pont. Ahora, el Poder Ejecutivo anunció el envío al Congreso de un nuevo proyecto de Ley que determina que las empresas que tengan rentabilidad de mas de $20 millones al año pagarán la alícuota máxima de 35%. En la iniciativa original era de solo $2,6 millones.
Presentada la iniciativa como un «aumento para las grandes empresas», el proyecto original había despertado fuerte criticas, tanto entre profesionales tributaristas como entre los empresarios pymes. El nivel tope de 2,6 millones de pesos equivalía a una ganancia anual de apenas u$s17.800 anuales, una cifra que es muy fácil de alcanzar por una pyme cualquiera, sobre todo las de la Economía del Conocimiento. El proyecto original imponía un 35% a una empresa o autónomo que ganara 200.000 pesos por mes.
Ya hace una semana, luego de la aprobación en Diputados de los cambios en Ganancias de la cuarta categoría, el presidente de la Cámara de Diputados, Sergio Massa y el presidente de la Comisión de Presupuesto y Hacienda, Carlos Heller, venía torpedeando el proyecto. Massa reveló que se había trabajado sobre tres borradores de proyecto, mientras que Heller anticipó que «lo que vino del Ejecutivo no va a salir».
Ahora el Ministerio de Economía, en un comunicado, termina de detallar sobre el nuevo esquema acordado, que en principio, perjudicaría al 10% de las empresas argentinas. Las empresas pagarán un 25% para un primer tramo de beneficios de hasta $5 millones de pesos anuales, un 30% para un tramo intermedio de $5 millones a $20 millones de pesos anuales, y para los beneficios superiores a ese umbral se aumentará al 35%. Se mantendría la alícuota del 7% para dividendos distribuidos en todos los casos. Eso implica que las grandes empresas terminarán pagando 41% de Ganancias.
La reforma del gobierno va en contra de la reforma fiscal del 2017, a la cual acusan de haber desfinanciado al Estado. Con esa reforma las empresas ahora pagarían 25% de Ganancias y 13% por utilidades redistribuidas. La anterior ley favorecía a la reinversión de utilidades y tendía a favorecer a las inversiones, siguiendo la linea internacional en materia de tributación: Reducir impuestos a las empresas y subirlos a las personas.
La decisión se adoptó durante una reunión de Gabinete Económico, de la cual participaron Santiago Cafiero, el presidente de la Cámara de Diputados, Sergio Massa; el senador del FdT Carlos Caserio, y su par, Anabel Fernández Sagasti, y el presidente de la Comisión de Presupuesto y Hacienda de Diputados, Carlos Heller.
Estuvieron presentes también la vicejefa de Gabinete, Cecilia Todesca; la titular de la AFIP, Mercedes Marcó del Pont; el secretario de Energía, Darío Martínez; su par de Política Tributaria, Roberto Arias, y la jefa de gabinete del Ministerio de Economía Melina Mallamace.