Buenos Aires, may 20 (ANP) La evolución dispar de los precios en abril, que cerró con una suba de 3,2% en alimentos mientras las tarifas de servicios públicos permanecieron congeladas, se reflejó en un comportamiento desigual en las canastas de indigencia y de pobreza, que el mes pasado aumentaron 3,1% y 1,4%, respectivamente.
Los datos fueron proporcionados hoy por el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC), que a su vez señaló que una familia de cuatro integrantes necesitó el mes pasado ingresos de por lo menos $17.897 para no caer en la indigencia y de $42.594 para no revistar en la pobreza.
En la medición de la indigencia, el organismo estadístico se vale de la Canasta Básica Alimentaria (CBA), en tanto para la pobreza utiliza la Canasta Básica Total (CBT) que a diferencia de la anterior incluye algunos servicios básicos como suministro de agua, gas y electricidad, además del transporte público de pasajeros.
Esa distinción fue decisiva para marcar una evolución tan desigual que, si se repasan los números de la inflación de abril, guardan bastante similitud con el aumento del rubro Alimentos y bebidas no alcohólicas (3,2) y el nivel general (1,5%).
Esa disparidad se extiende a lo largo de los últimos doce meses, si se tiene en cuenta que gran parte de las tarifas de servicios públicos están congeladas desde los últimos meses del gobierno del ex presidente Mauricio Macri, decisión que fue mantenida por su sucesor y actual primer mandatario, Alberto Fernández.
Tanto es así que en el primer cuatrimestre la CBA aumentó 14,8% y la CBT 9,3%, mientras que desde abril de 2019 los incrementos fueron de 51,1% y 44,4%, respectivamente.