Las diferencias salariales de género en perjuicio de la mujer se da en la mayoría de las actividades y provincias de la Argentina, en este último caso con la particularidad de ampliarse en los casos en el los que los sueldos son más elevados, según una investigación de la Fundación Mediterránea.

De acuerdo con el análisis realizado por Laura Caullo y Joaquín Aguirre, «las 3 provincias donde los varones perciben las mayores remuneraciones (Santa Cruz, Neuquén y Chubut), son también aquellas donde las brechas de género son mayores, llegando a un pico de 83% en Santa Cruz», en tanto las diferencias menores «se suelen dar en
provincias de salarios bajos».

En ese sentido, señalaron que «Salta se destaca como la única provincia donde la brecha de género se invierte: los
hombres perciben un salario 3% menor al de las mujeres», mientras que Jujuy «es la jurisdicción donde los varones tienen las menores remuneraciones, pero al mismo tiempo es la cuarta con mayor brecha salarial de género (38%)», representando la excepción.

Para los investigadores, en esa disparidad «inciden diversos factores que muchas veces exceden al ámbito laboral, como la cantidad de horas dedicadas al trabajo, la distribución disímil de las tareas de cuidado y del hogar, además de la segregación ocupacional horizontal (“Paredes de Cristal”), en donde las mujeres se insertan mayoritariamente en sectores de menor remuneración y menor dinamismo».

«Al respecto, las mujeres tienen más presencia en los sectores de enseñanza y salud, siendo minoría, en actividades
primarias», destacaron, además de advertir que en el país «sólo 1 de cada 3 puestos de tipo jerárquico son ocupados por mujeres», siendo La Pampa el único distrito en el que las mujeres ocupan la mayoría de los puestos jerárquicos.

Caullo y Aguirre afirmaron que «en el mercado laboral el género es un factor desigualador en múltiples aspectos, desde la tasa de actividad hasta la precariedad laboral, pasando por la subocupación y el desempleo».

Asimismo, resaltaron que «más allá de los contrastes a nivel regional, las brechas salariales son igualmente dispares
hacia adentro entre sectores de actividad», en los que en su mayoría «los varones perciben un salario mayor que sus pares mujeres, aunque vale aclarar que, al igual que en el caso de las provincias, no se están comparando las remuneraciones por el mismo cargo, sino los promedios generales».

El sector donde los hombres son favorecidos más desproporcionadamente en término de sus salarios, es el de la pesca, en el que «los varones perciben, en promedio, 129% más» que las mujeres, seguido, con bastante diferencia, por la intermediación financiera y de explotación de minas y canteras, con 34,3% y 33,5% respectivamente.

En el otro extremo se encuentran los 3 sectores de actividad donde las mujeres ganan, en promedio, salarios más altos que sus pares masculinos: Enseñanza, Agricultura y Construcción. En este último los hombres ganan hasta un 19% menos que las mujeres.

Uno de cada tres puestos de tipo jerárquico son ocupados por mujeres, lo que habla de otra problemática recurrente, conocida como “Techo de Cristal”, en referencia a la limitación invisible al ascenso laboral de las mujeres hacia adentro de las organizaciones (públicas o privadas).

«Una mirada hacia las provincias, refleja que en todas ellas la mayoría de los puestos jerárquicos son ocupados por hombres, a excepción de La Pampa (56,7% de mujeres en cargos de jerarquía). Las que le siguen en participación femenina en puestos de mayor responsabilidad son Corrientes (43%) y Entre Ríos (41,4%). En cambio, las distancias más significativas a favor de los hombres se dan en Mendoza, Chubut y Formosa, donde sólo ocupan cargos jerárquicos el 23,1%, 21,6% y 20% respectivamente de las mujeres», sostuvieron Caullo y Aguirre.

Por NP